lunes, enero 10, 2011

HIDEOUS DEFORMITY- Defoulment of human purity (2010)

mala.
Para ser un disco de Technical Brutal Death, este “Defoulment of human purity” logra un equilibrio prácticamente óptimo entre ambas tendencias. No es uno de tantos álbumes en los que la exhibición de habilidades técnicas se queda en sí misma, sino que aquí parece que, efectivamente, “sirve para algo”. Se trata de músicos con un evidente dominio técnico que lo usan para crear temas, no para lucirse sin más. Cuando la cosa va por ahí la destreza instrumental es una ventaja, en la medida en que les proporciona recursos con los que pueden componer y tocar lo que les venga en gana, que es lo que hacen estos noruegos, pero sin asfixiar la música ni embotar al oyente.

En principio recuerdan a grupos tipo SPAWN OF POSSESSION, DOMINION o AEON, por citar a vecinos escandinavos, o incluso a los giros que han dado en sus últimos discos otros como ABYSMAL TORMENT, SEVERED SAVIOR o INCINERATE, ampliando el arco geográfico. Pero una serie de escuchas más detenidas revelan bastantes aspectos en los que HIDEOUS DEFORMITY suenan más accesibles. En su caso resulta una virtud, porque cada escucha es distinta a la anterior, se reconocen elementos, se recuerdan partes, llegan a enganchar y al final se les coge gusto. Es decir, lo que no ocurre con otros discos del género en los que no hay forma de retener nada por más veces que uno los escuche. No tiene mucho sentido grabar partes tan infinitamente enrevesadas que parecen concebidas para no distinguirse unas de otras, y este disco, por suerte, está muy lejos de caer en esa trampa.

Por supuesto que se lucen, porque pueden y porque para eso hacen Technical Death, pero, por ejemplo, un tema como “Asphyxiated by humanity” empieza con una serie de riffs contundentes, técnicos pero pegadizos, un ritmo pesado y regular, con acentos que permiten seguir la música sin problema e incluso acompañarla físicamente; cuando la velocidad se acelera, todas estas características se mantienen, luego vuelven a tempos más lentos con los que retoman el hilo del tema, e incluso hay una frase que de puro pegadiza parece querer ser una especie de estribillo (ocurre lo mismo en “Hideous ones” o “Awaiting decomposition”). En medio hemos atravesado por breaks, blasts, riffs saturados de notas, arpegios de bajo, dobles bombos imposibles… y todo ejecutado con absoluta precisión.

Lo mejor es que todos estos rasgos se pueden hacer extensivos al conjunto del disco, tanto los de la parte “accesible” como los de la vertiente técnica. Por lo demás, algunos aspectos son mejorables, como la voz, a la que sin duda le falta profundidad, o el sonido de batería, quizá algo parecido a una batería programada, sin serlo (la producción en general resulta algo fría y muy poco dinámica, un riesgo más que afronta habitualmente el género). Y, desde luego, la duración del disco: los temas duran de media poco más de tres minutos cada uno, lo que es de agradecer dentro del estilo si, como en este caso, saben aprovecharlos, pero sólo hay siete temas, a los que suman una versión de sus compatriotas CADAVER, de manera que la música propia que ofrecen no llega ni a los 24 minutos. Ya que es su primer disco y con él se dan a conocer, parece una oportunidad desaprovechada, y si no, es que intentan colar un EP como larga duración, práctica que cada vez parece más frecuente. Cualquiera de las dos opciones es

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