viernes, febrero 25, 2011

NEOLITH- 2010- Individual Infernal Idimmu

Impresionante disco e impresionante grupo, con todas las letras. Polonia ha dado nombres formidables y también muchos clones de esos grandes nombres, pero NEOLITH se encuentran entre los primeros. No sé qué repercusión tienen fuera de sus fronteras y tampoco conozco sus dos anteriores discos, pero éste, al margen de gustos personales, no se puede negar que es demoledor y que derrocha personalidad y oscuridad por los cuatro costados, lo cual en los tiempos que corren es mucho. Pero también solvencia musical, todo ello marcado por el conocido sello de calidad polaco y dentro del estilo de Death con tintes Black que ha acabado por ser distintivo y reconocible en esas tierras. ¡Y sin copiar a BEHEMOTH!

Aun así, están más cerca de éstos que de VADER, por el ambiente de maldad ultraterrena que emanan, por sus tempos más lentos y pesados y porque aún mantienen ciertos rasgos Black. También tienen un vínculo innegable con IMMOLATION, tanto en el aspecto estilístico como en el compositivo. Pero desbordan las etiquetas, y en realidad sólo cabe decir que hacen una música oscura, diabólica y devastadora. Nueve temas más una intro en algo más de cincuenta minutos, y lo dan todo: una montaña de sonido que aplasta lo que se ponga por delante, voces demoníacas, teclados ambientales, unos riffs y unos ritmos que no podrían confundirse con ningún otro, detalles solistas, cambios, arreglos... Cada tema está hecho desde las entrañas, con toda la entrega y autenticidad que uno pueda esperar, y además todos están trabajados a conciencia para conseguir un magnífico resultado, aunque es verdad que les falta cierto sentido unitario.

Es impresionante con qué facilidad los temas se transforman y pasan de una sección a otra y en todas ellas cada idea es nueva y genuina, y con qué efectividad está organizado todo para dejar al oyente clavado en el sitio ante el aura y la atmósfera que logran generar. Y eso que no es un disco fácil, en absoluto. De hecho, es de esos discos que en una primera escucha admiran o incluso abruman pero no enganchan. No es un disco directo, pero seduce de una manera distinta y mucho más duradera, porque poco a poco se va infiltrando en ti hasta que no te lo puedes sacar de dentro. Con cada nueva escucha se descubre algo nuevo, y a medida que uno se adentra más en los temas y los va desentrañando a fondo, se va hundiendo más y más en sus tenebrosos encantos hasta verse irremediablemente arrastrado a adorarlos.

Cada cual tendrá su opinión al respecto, pero por mi parte creo firmemente que el hecho de que un disco necesite varias escuchas es una virtud, aunque sin llegar a los excesos de ciertos grupos de Death técnico, por ejemplo, que da igual las veces que uno lo oiga porque es imposible retener nada (y a veces incluso distinguirlo). Esto aquí no sucede, primero porque los tempos lentos permiten diferenciar todo a la perfección y ubicarlo en su sitio, y segundo porque los riffs y los ritmos ni se repiten ni se parecen, cada uno es una invención individual y cada uno está donde debe estar. Puede que no sean pegadizos a la primera, pero dentro del contexto que acabo de describir es mejor así. Prefiero un disco que me rete y que a cambio me ofrezca algo nuevo cada vez, porque de esa manera se vuelve casi inagotable. Y siendo algo cínico, hasta rentabilizo mejor mi compra así en lugar de con un disco unidimensional que al tercer asalto me deje indiferente.

Para terminar se permiten un escarceo Doom en el tema “Hallowed be the signs!”, al parecer herencia de otros tiempos y otras orientaciones estilísticas del grupo. Lo hacen en la estrofa, más calmada y evocadora, y también en el mastodóntico riff que la sucede, ultrapesado y más doomy que todos los que han aparecido antes, tal como corresponde a la personalidad del tema. Pero la estructura y planteamiento de éste son, con diferencia, los más simples de todo el disco, y entre esto y el mencionado cambio de estilo hay que admitir que desentona un poco, incluso estando situado al final, y con sus casi cinco minutos resulta algo largo para entenderlo como una especie de coda. En cualquier caso, se trata de una minucia que no empaña las fabulosas cualidades de este sorprendente disco.

2 comentarios:

Carlos Tizón dijo...

joer, pues ya esta funcionando san google, y es que los polacos estan en un estado de forma envidiable, tanto en el metal mas extremo como en el progresivo, donde hay una escena acojonante

saludos

P.I.G. dijo...

Pues sí, lo están. A mí me gustan Dies Irae y Nomad, que me vengan ahora a la cabeza, pero de grupos de metal progresivo en Polonia la verdad es que no conozco nada.

Yo éste ya lo tengo encargado, jeje, y ayer mismo me llegaron el de Under The Spell y el de Ancient Dome, junto a otros ocho. Cómo mola arruinarse:P

Un saludo!