domingo, marzo 13, 2011

ABORTED FETUS- Fatal dogmatic damage (2010)

Al Slam le pasa lo que a todos los estilos superespecializados, que tienden a volverse repetitivos por la propia limitación de la que parten. Toman un rasgo de la rama musical de la que proceden, en este caso el Death, y lo convierten en elemento exclusivo de su música. Al igual que el Brutal Death se gestó a base de potenciar las partes rápidas, el Slam sigue una radicalización divergente que consiste en centrarse en las partes pesadas. Una música simple, con canciones cortas, abundantes medios tiempos y un particular énfasis en el carácter “groovy”. Lo peor de esta tendencia está representado por los grupos que se ciñen drásticamente a esos cánones y que, por seguirlos a rajatabla, acaban sonando todos igual: un par de riffs en palm-mute, un break, la parte pesada de rigor y una voz plana y casi a modo de ruido de fondo. Por suerte, ABORTED FETUS no pertenecen a esa lista.

Lo que ellos practican es brutal, gutural y despiadado Slam Death pero que no sigue necesariamente un único patrón. Tienen muchas partes rápidas que alternan con otras pesadas según les apetece y, sobre todo, tienen una notable variedad de ritmos, aparte de que las secciones lentas no están siempre en la misma parte de los temas. Son imaginativos sin salirse de la ortodoxia del estilo, cada riff es distinto y tiene su propio ritmo y los cambios suenan fluidos (siempre dentro del gusto por los cambios bruscos e imprevistos común en el género). Recurren una y otra vez, como no podía ser menos, al stop-and-go, pero en ellos resulta un rasgo de estilo creíble, no una obligación ni un síntoma de oportunismo, porque ABORTED FETUS no son una más de las muchas bandas que últimamente parecen haberse subido al carro de la moda del Slam. Al contrario, son grupos como ellos los que están definiendo el estilo, sentando sus bases y al mismo tiempo dándole una amplitud de miras con la que se pueda seguir desarrollando sin asfixiarse en su propia radicalidad.

Su primer álbum fue publicado por el sello ruso Coyote Records y los mostraba ya como un grupo muy destacable dentro de la nueva ofensiva de bandas del género. Este segundo disco, editado por Comatose, sigue los mismos derroteros aunque mejora sensiblemente la producción y le da aún más protagonismo al carácter groovy, de manera que ahora suenan más amenos y enganchan con mayor facilidad. Ahora bien, ambos discos tenían un mismo y grave problema, extensible a muchos otros grupos del género: su duración. Si el primero duraba 22 minutos, éste dura 23, y se limitan a incluir una intro acústica de un minuto y a añadir un tema ambiental de dos minutos al final para que la duración final sea de 26 minutos. Pero es que incluso eso sería escandalosamente poco. Y aquí hablamos no sólo de una serie de temas sino de un disco considerado como un todo, de algo que se edita como objeto concreto, con sus distintos elementos materiales –portada, arte gráfico, letras-, pero también como objeto comercial, y no me entra en la cabeza que esto se publique como un larga duración cuando hay muchos MCDs que duran bastante más y cuando al final lo que nos encontramos es que toda la discografía del grupo a lo largo de sus dos discos ocupa 45 minutos.

2 comentarios:

Kolikotron dijo...

Que pasa P.I.G !!
Llevaba varios dias desconectao del mundillo(mas que todo porque otros asuntillos me comen el tiempo)pero ya veo que no paras!!
Sinceramente son tantos los grupos que comentas y d los cuales no tengo ni idea que no se de donde voy a sacar tiempo para darles una oida, ja,ja!!
En fin, necesitare un par de vidas mas para poder asimilar toda esta avalancha de musica xtrema que ofreces...
Un saludo, prometo pasarme mas a menudo

P.I.G. dijo...

Jeje, es imposible oírlo todo!! Hay demasiados grupos y demasiados discos, pero si algo de lo que digo te orienta a la hora de elegir, entonces me alegro:)

Un saludo.