martes, enero 31, 2012

DISGUST (Can)- Infinite obliteration (2011)

Este disco tiene varios atractivos, el principal que los DISGUST canadienses han actualizado su estilo y han dado un paso hacia adelante en sus capacidades compositivas e instrumentales (o el mismo hecho de que sigan en activo desde la total independencia, que siempre tiene su gracia). Otro es que al mismo tiempo han dado un salto hacia atrás hasta aterrizar directamente en los primeros DYING FETUS, con su mismo gusto por el tecnicismo más pulcro en medio de una música grotesca y violenta, los arpegios limpiamente ejecutados, los temas construidos ensartando retales sueltos, las partes pesadas (aunque sin tanto groove), las voces cavernosas a las que responden otras más chillonas… Pero sin robarles nada concreto, sólo usando su estilo, sin más. Temas como “Kevorkian’s creed” o “Infinite obliteration” dan buena cuenta de ello, a la vez que la re-grabada “Sliced, seasoned, served homolka” delata el cambio de estilo.

Esa es la parte buena, y a quienes añoren los primeros bombazos de John Gallagher y -por aquel entonces- Jason Netherton este disco les hará pasar buenos ratos, pero por desgracia más cercanos al “Purification through violence” que al glorioso y seminal “Killing on adrenaline”. Es decir, que toman parte de su estilo pero apenas nada de su inspiración, y eso al final pesa mucho. Este disco podría ser una colección de grabaciones desechadas por los de Maryland, porque cumplen todos los rasgos mencionados pero no incluyen nada que seduzca particularmente (aunque al mismo tiempo hay una complejidad rítmica y una minuciosidad en muchos pasajes que no aparecía en DF). Y encima la producción se ha cargado toda posibilidad de recrear la pastosidad monstruosa de 1998, con aquel sonido denso y ultragrave que, sin embargo, los propios DISGUST sí tenían y de forma generosa en su anterior discografía, especialmente en el hasta ahora único disco completo “Years of torment” del 2004. Vale que se han quedado sin el bajista original, pero es que da la impresión de que han grabado el álbum sin bajo de ningún tipo.

Así que poniendo en la balanza todo a la vez (la ausencia de plagio como tal, la notable mejora como músicos, la medianía en inspiración, las “cintas perdidas” de DYING FETUS, la débil producción), el resultado es… No, aún faltan atractivos que añadir, y uno nada desdeñable: ¿quién hace esos blasts totalmente extraterrestres? ¿Ese tal Chris Giacomini es el nombre de una nueva caja de ritmos, de un cyborg, o qué? Lo de ese tipo no es normal, y sin duda está a la altura de los grandes velocistas como Chad Walls o Marc Palmen. Además tiene ese adictivo sonido a lata que repugna a unos oyentes tanto como hipnotiza a otros, ese sonido agudo, seco y corto tan particular. Los cinco primeros segundos del disco bastan para comprobar ambas cosas. Si añadimos otros detalles que no estaban en DF, como gorrinillos desesperantes y un sentido del humor en los títulos menos explícitamente gore de lo normal (como en “Is it rape if she’s dead?”), o hasta la portada de Tony Koehl, la balanza finalmente se inclina en una dirección muy clara.

lunes, enero 30, 2012

MAIM- Deceased to exist (2010)

Segundo disco de estos suecos entregados a los sonidos retro de bandas clásicas de su país como GRAVE, DISMEMBER o los primeros ENTOMBED, con una producción acorde con el estilo y en general muy pocas sorpresas. El grupo mantiene la misma formación que en su primer “From the womb to the tomb” de hace un par de años, que es la única que han tenido desde que se crearon hace cinco años.

Como digo, no hay grandes sorpresas, son cuatro chavales haciendo la misma música que seguramente escuchan, la que está por todas partes en su tierra -además con solera, raíces y tradición- y la que sin duda más les gusta. A día de hoy es una música fácil, con unos cánones conocidos por todos y una receta fácil de aplicar, eso es lo que hacen y de eso va el disco. Lo hacen bien y el resultado usa los moldes clásicos y cumple las expectativas, sin más.

Es uno de tantos discos publicados dentro del revival del Death Old-School y desde esos parámetros es un buen entretenimiento, aparte de que la producción ha logrado recrear el sonido y la atmósfera originales con notable éxito. Los temas, por su parte, resultan predecibles pero amenos, tempos rápidos quizá repetidos demasiadas veces, estrofas hechas a base de un riff básico al que responde un breve patrón de la voz, cambios de ritmo al llegar al estribillo, bastante reverb en la voz… nada nuevo, pero la lección la han aprendido bien.

domingo, enero 29, 2012

NEKROMANTHEON- Rise, vulcan spectre (2012)

En el debut de un grupo se les pueden perdonar ciertas cosas, y hasta se les concede el hablar de “homenaje” en lugar de plagio. El beneficio de la duda, confianza en el futuro, tiempo para que maduren… esas cosas. Cuando en el segundo disco hacen exactamente lo mismo, la cosa queda muy clara y ya no hay más que esperar por su parte. Pero es que encima en este caso no hacen lo mismo, sino peor. Su debut de hace dos años al menos era entretenido, resultón, tenía su gracia y servía para pasar un rato de caña facilona si uno era capaz de sobreponerse al expolio de SLAYER y KREATOR en sus primeros tiempos. Ahora son aún más burdos, el disco es más tosco y repetitivo y al plagio ya no queda más que llamarle por su nombre. De verdad, que hagan una banda de versiones.

sábado, enero 28, 2012

APOSTLES OF PERVERSION- Meeting of atrocities (EP, 2011)

El Death Metal no conoce fronteras, ni nacionales ni geográficas, y en esta ocasión APOSTLES OF PERVERSION vienen de Gran Canaria, donde ellos mismos han grabado este MCD en sus propios estudios, en formación de dúo con Héctor Sena a la guitarra y Jonathan Reina ocupándose de todo lo demás.

Ese es un punto que de entrada juega en su contra, ya que el bajo la mayor parte del tiempo se limita a doblar los riffs de guitarra, con la consiguiente falta de interés y limitación de posibilidades. La producción tampoco les hace justicia, porque el sonido de batería parece el de una batería programada, lo que les resta mucha naturalidad. Si no me equivoco, la tarea habitual de Reina está en las baquetas, pero modestamente creo que su mejor faceta aquí es precisamente la vocal, con un timbre más cavernoso que gutural, algo no siempre frecuente en el Brutal Death y que les da un aire especial, y con esos patrones rítmicos ocasionalmente difusos en sus líneas vocales que acentúan la atmósfera oscura de la música.

El MCD cuenta con cinco temas e incluye además los tres de su Demo “Intracraneal Hypertension” del 2006, y, volviendo con la producción, puede que la nueva grabación suene “mejor”, más clara o más diferenciada, pero la Demo tenía mucha más potencia, un sonido más orgánico y una atmósfera maléfica mejor lograda. Aquel mínimo barullo no impedía distinguir nada pero le daba una dimensión extra de brutalidad, como la de los primeros discos de CRYPTOPSY, que ahora se ha perdido en aras de un sonido demasiado mecánico. Quizá sea cuestión de gustos, pero para la orientación musical del grupo tengo la impresión de que no es la elección más apropiada. En todo caso, el hecho de añadir la Demo a esta edición es una gran idea.

Los temas se mueven por derroteros bien conocidos, Brutal Death con ocasionales partes a medio tiempo, parones bruscos, estampidas, blastbeats y riffs un tanto impersonales. No se puede decir que la música sea innovadora, tampoco rabiosamente individual ni tampoco especialmente inspirada. Cumple, eso sí, y se ve que han mamado las fuentes de las que parten, las han asimilado bien y las plasman después en temas competentes aunque bastante del montón. Tampoco en cuanto a la ejecución encontramos nada sobresaliente o que destaque en particular, aunque, como apuntaba antes, quizá este aspecto mejore ahora que ya tienen una formación completa y que cada músico puede exprimir todo su potencial al máximo.

viernes, enero 27, 2012

AGGRESSION (Spa)- Viocracy (2012)

En sólo tres años la progresión de los catalanes AGGRESSION ha sido impresionante, y no es que antes hicieran un Thrash simplón, ni mucho menos, pero con este segundo álbum se han lanzado a por el Thrash más técnico sin la menor contemplación y yendo a por todas. El resultado es un entramado de temas complejos a base de riffs plagados de notas, solos virtuosos y un trabajo instrumental ciertamente denso. Así lo han decidido y está claro que se lo han tomado muy en serio, porque todo el álbum está cortado por ese patrón.

Quizá incluso demasiado, y hay momentos en que resulta un poco asfixiante con tantas notas, floreos, adornos, tanto cambio de tempo y tantos compases irregulares. Es Thrash técnico, por supuesto, esto no es SODOM ni EXCITER, y dentro de ese campo sus virtudes son innegables y hasta apabullantes. Hay un sinfín de detalles tanto en las guitarras como en la batería que harán las delicias de quien quiera pegar la oreja hasta descifrar cada recoveco del juego instrumental. Más que técnica como tal, lo que hay es mucha complejidad y muchos cambios, y en todo esto, insisto, los logros son para quitarse el sombrero y complacerán a fans de TOXIK, FORBIDDEN, VENDETTA, WATCHTOWER o ANACRUSIS.

Aun así, se acerca a lo que le pasaba a tantos discos del Thrash de finales de los 80 por parte de grupos que sufrieron la evolución en la que parecen haberse adentrado AGGRESSION. Estoy pensando en el “Deception ignored” de DEATHROW o el “State of euphoria” de ANTHRAX, ambos del 88, o el “Cracked brain” de DESTRUCTION en 1990, siempre en la estela del “…And justice for all”, aunque este tenía más pegada -a pesar de la birriosa producción- y los temas tenían personalidad individual, pese a la exuberancia técnica y la larguísima duración. Quizá el caso más representativo de esa metamorfosis sea el “Victims of deception” de HEATHEN en 1991, tras el fenomenal y muy pegadizo y directo “Breaking the silence”: era una montaña colosal de desarrollos y más desarrollos instrumentales en cada tema, pero era bastante aburrido y todo el espíritu de su debut había desaparecido. No digo ni de lejos que este “Viocracy” sea aburrido, y de hecho se merienda al “Victims…” varias veces, pero el cambio de registro va por ahí, aunque los catalanes aún no lo han llevado a su extremo.

Coinciden también en que han perdido frescura, y puede que hasta algo de agresividad, y en que el formidable equilibrio que tenía su debut “Moshpirit” del 2009 entre lo vocal y lo instrumental se ha desestabilizado hacia este último lado. Sigue habiendo estribillos con peso y coros marcados, pero no tan presentes como entonces y a veces desplazados por la marea de música. En general hay un cierto abuso de notas y también de compases irregulares, siempre con un tempo de más o de menos -todos esos añadidos minúsculos que hacen como “tropezar” al ritmo y dificultan que éste encaje con un headbanging continuo-, lo que lo acerca peligrosamente a convertirse en una música más hecha para analizarla que para escucharla y acompañarla físicamente. Cada tema pretende abarcar demasiadas cosas y al final acaba estando un tanto recargado, y a esto tampoco ayuda el que muchos cambios de ritmo sean demasiado bruscos e impidan dar a cada tema su propia personalidad.

Termina pasando lo habitual en el Thrash técnico ultraevolucionado, que muchas partes cuesta recordarlas, por más veces que se escuchen. Y es que un trabajo descomunal que tienda a añadir, enlazar y enrevesar muchos materiales no es bueno a priori sólo por eso. No lo es si le sigue faltando un pedazo de riff colosal o una frase deslumbrante o una idea genial, es decir, todo lo que le daba al “Game over” de NUCLEAR ASSAULT su salvaje y primaria capacidad de excitación. Con eso mas el despliegue técnico entonces se alcanza el éxtasis. Un tema como “Caught in a mosh” de ANTHRAX sería un buen ejemplo: notas, ritmos irregulares, cambios de tempo, estructura currada, precisión técnica y frases antológicas que se quedan grabadas a fuego. En este disco se echan en falta riffs más carnales, más directos, como los de “Thrashing your brain” o “Never surrender” en el citado debut, más power-chords en lugar de tanta floritura, estribillos como los de “Thrash and kill” o “New born war”.

El exceso a la hora de querer meter demasiado en cada tema se nota también en cosas como el principio de “Get mad” o de “Dehumanized”, donde hay más de un minuto de música distinta al tema como tal pero sin ser una intro, porque es tan intensa como el resto, por lo que parece casi un pegote. A veces viene bien saber prescindir de cosas aisladas en beneficio del conjunto. Y la pretensión de alarde técnico vuelve a quedar de manifiesto en el hecho de terminar el disco con nada menos que dos instrumentales, una de ellas una versión de RUSH -un buen ejemplo de grupo que combina a la perfección habilidad instrumental e inspiración compositiva- y la otra un tema propio en el que intercalan Bossa-nova, Blues y Metal de manera un tanto forzada, en mi humilde opinión.

jueves, enero 26, 2012

SPLATTERED ENTRAILS- EP (2012)

En agosto del año pasado SPLATTERED ENTRAILS, o, lo que es lo mismo, Mike O’Hara (CORDECTOMY, MALODOROUS), publicaban un álbum completo con el nuevo sello canadiense Blast Head Records. Poco más de medio año después sacan un nuevo EP de siete temas en veintitrés minutos, y si con aquella obra estrenaban discográfica y giro estilístico, ahora editan de forma independiente pero mantienen intacto lo último. De hecho la música fue grabada entre abril y julio de ese año, justo tras las sesiones del mencionado “Nauseate”.

Grabada, mezclada, masterizada y, por supuesto, compuesta e interpretada en su totalidad por O’Hara. Así pues, el estilo es exactamente el mismo: Brutal Death americano, veloz, contundente y directo al grano. Eso sí, los temas son bastante más genéricos que entonces, y aunque están construidos con solvencia y con claro conocimiento del oficio, la materia prima de la que parten es bastante corrientita, y con ese comienzo el resultado nunca puede ser deslumbrante. Riffs en su mayoría previsibles, blasts, guturalidad, algún pasaje pesado… todo muy convencional, aunque entretenido.

La producción tampoco es la mejor del mundo, ha quedado un tanto más mecánica y fría que en su predecesor y hace que el EP tenga cierto aire de boceto. Todo suena limpio y se entiende a la maravilla, pero le falta chicha. Por otra parte, hay varios riffs llamativos con disonancias, bending y notas tenidas, que viene a ser lo más interesante de la propuesta. Eso y el hecho de confirmar su nueva orientación y el seguir al pie del cañón creando y grabando.

miércoles, enero 25, 2012

SPLATTERED ENTRAILS- Nauseate (2011)

Primer disco que publica el sello canadiense recién creado Blast Head Records. ¿Una osadía en estos tiempos? Quién sabe, el tiempo lo dirá. Por ahora se estrenan con un lanzamiento de Brutal Death americano al uso, con mucha potencia, riffs destripantes y voz gutural, nada nuevo pero realizado con una convicción a prueba de bombas y de manera muy efectiva.

Hay que aclarar que el grupo ha dado un vuelco en su orientación a todos los niveles, y no precisamente pequeño. Empezó como un proyecto de tres exmiembros de EXPULSIVE INCISION, y tras una serie de álbumes dedicados al espectro más repulsivo del Goregrind-Death (tres de ellos en el mismo año, por sorprendente que parezca) sufrieron un parón creativo del que ahora resurgen totalmente renovados bajo el formato “one-man band”.

Las diferencias van de extremo a extremo, y no hay más que mirar el logo, las portadas o los títulos de antes para entenderlo. Pero es que ellos mismos tampoco debían tener las cosas muy claras entonces, porque entre el álbum del 2007 y los tres del año anterior las diferencias en cuanto a duración y cantidad de temas y en los propios títulos ya eran llamativas. Cerrados ambos capítulos, hoy día se consagran al Brutal Death convencional, moderno, afilado y monstruoso.

Mike O’Hara (CORDECTOMY, MALODOROUS) se encarga de todo, con notables resultados. Sin ser nada del otro mundo, y ni mucho menos original, suelta buenos riffs por aquí y por allá y despliega un nivel de brutalidad apabullante. El uso de batería programada (con gran sonido, por cierto) le permite lograr unos dobles bombos casi ilusorios. Buenos cambios de ritmo, estructuras sencillas pero variadas y una producción bastante lograda dado el formato del grupo completan la oferta de este interesante álbum.

martes, enero 24, 2012

WISDOM- Podre (2011)

Veinte años no es nada, como decía el tango, eso es lo que han tardado estos gallegos en publicar su primer disco completo desde que se formaron en 1991. Y quién lo diría, porque suenan enérgicos y rabiosos como cualquier grupo de chavales recién llegados, pero al mismo tiempo tienen la sabiduría que da los años -como reza su nombre-. La combinación se traduce en un disco directo, crudo, variado y bien trabajado.

El estilo se mueve entre varias aguas, básicamente Death, Grind y algo de Hardcore. A ratos suenan a los últimos NAPALM DEATH en sus momentos más hardcoreros de discos como “Order of the leech” o “Smear campaign” (cambiando la voz por otra más a lo Max Cavalera), pero sin su monótono chuga-chuga en los riffs ni su abuso de D-Beat en la batería, y en honor de los coruñeses hay que decir que resultan mucho más variados rítmica y compositivamente que Embury y compañía. Lo mejor es que todos los estilos están fundidos en uno solo donde nada destaca ni choca con el resto, y ni las partes Death son las típicas -salvo fragmentos como el principio de “Empanada de escarapotes” o hacia el final de “Podre”- ni las más Grind son un simple bombardeo de blasts, todo está fusionado a la perfección y resulta natural y fluido.

Dentro de ese peculiar género híbrido su música apuesta por una aparente sencillez, porque es directa y en verdad bastante simple -que no simplona-, pero si uno se fija bien verá que los temas son variados, tienen multitud de partes y cambios y que no se les puede achacar falta de inquietud en absoluto. La sencillez se da más bien en cada riff o cada pasaje considerado por separado, en la producción y la falta de arreglos (un apartado que podrían haber cuidado más) o en la casi ausencia de solos -excepto en “A rolos (O día do patrón)”-. El sonido por su parte no tiene nada objetable: claro, afilado, metálico, pero agresivo y poderoso.

La mayor pega del disco es doble, por una parte la escasez de material propio, y, sobre todo, la falta de pasajes que sobresalgan en cada tema y les den el empujón definitivo. Sólo siete temas originales a lo largo de veintiocho minutos parece muy poco, y eso siendo benévolos y pasando por alto la longevidad del grupo. Lo completan con una versión del “Suffer the children” de NAPALM DEATH cantada en gallego y re-titulada como “Sofren os nenos”, totalmente apegada a la original.

Y respecto al segundo punto, me temo que se hace mucho más evidente precisamente al llegar a esta versión, donde sí hay ideas, frases y riffs capaces de construir un tema antológico, algo de lo que carece el resto del disco. En este apartado los coruñeses pierden claramente frente a las huestes de Embury. Aun así, todo lo dicho anteriormente hace de este álbum una obra bastante superior musicalmente a las de grupos que tienen más renombre -me vienen a la cabeza RESISTANT CULTURE- pero que en parte se lo han ganado a base de exotismo y mera apariencia. WISDOM no han llegado aún a su plenitud, pero están en el buen camino.

lunes, enero 23, 2012

ABNORMITY- Irreversible disintegration (2011)

Estos juegan en casa, porque han publicado su debut con sus compatriotas del creciente sello Inherited Suffering Records. Y es que Rusia está que arde en cuestión de Slam Brutal Death: junto al citado sello, que pertenece a dos componentes de ABOMINABLE PUTRIDITY, cabe mencionar el aún más grande Coyote Records y alguno más como Soulflesh Collector, propiedad, respectivamente, de gente de MEMBRO GENITALI BEFURCATOR y KATALEPSY. Todo queda en casa, y a las inevitables influencias de todos esos grupos se suman en este disco las de otros como ABORTED FETUS, GUTTURAL DECAY o MORGUE’S CHILD, todos consagrados al citado género.

Tras una portada y un logo que recuerdan vagamente al “Age of onset” de PATHOLOGY, lo que aquí tenemos es uno de los mejores exponentes de esta imparable avalancha rusa, el Slam mejor hecho, más creíble y más depurado. Con todo lo que cabe esperar en el estilo -voces infrahumanas, ritmos ultrapesados, el Stop-and-go de turno, tempos cambiantes y riffs simples-, pero hecho con profesionalidad y cuidado. Eso sí, en cuanto a invención no aportan nada que los distinga de sus otros compañeros de promoción, pero al menos cada tema está currado, el disco no escatima variedad ni tampoco duración (y no hacen el capullo con interminables intros y outros), y el sonido de las guitarras… oooh, ese sonido, y esa distorsión salvaje, sin duda uno de los más logrados en este tipo de producciones.

La lástima es que lo que ganan por ahí lo pierden con el de la batería, que suena completamente artificial y mecánica y le quita al disco toda su capacidad de haber sido un monstruo orgánico y aplastante. Suena muy “disparada” y acaba dando una impresión plana y fría. Toda una pena, y más sabiendo que ahora ya tienen un batería humano (a la vez que han perdido el cantante que grabó este álbum). Porque el resto de la música está plagado de aciertos y tiene un montón de momentos interesantes, trémolos, constantes pinch-harmonics, blasts imposibles en “Emanation of putrid entrails”, guitarras dobladas en esa misma o en “Mechanical maggots”, parones llevados al límite en esta última o en “Atrocity domination”, algún breve solo ocasional… Un más que aceptable repertorio para pasar media hora de cabeceo y gruñidos.

domingo, enero 22, 2012

ABNORMAL INHUMANE- Disgusting cruelty of homicide (2011)

Otro producto de la factoría de abominaciones Inherited Suffering Records, en este caso el debut de una banda formada en la capital griega sólo un año antes de publicar el álbum que nos ocupa -eso sí que es llegar y besar el santo- y que no ha sufrido hasta el presente cambios en su formación: guitarra, bajo, batería y voz. Lo básico, como básico parece en principio su escaparate de brutalidad, aunque luego sorprende.

Y lo hace porque incluye mucho más de lo que parecen aventurar su portada, título, logo, nombre, etc., todo muy convencional y hasta un poco burdo, con ese aspecto de imitación barata de LUST OF DECAY o de otros mil grupos parecidos. Resulta que el contenido es más variopinto, y junto al previsible Brutal Death aparecen buenos medios tiempos, riffs directos y pegadizos, economía de notas y claridad de líneas, todo ello dentro de ocasionales pasajes Death sin etiquetas. Y, al parecer, ellos mismos dicen en su Facebook y en su Myspace que hacen “Death”, así, sin concretar.

Pueden decir misa, pero esto es Brutal Death de libro, aunque con otros aditamentos que vienen genial para darle dinamismo y un plus de interés al disco. De hecho no se entiende que hayan camuflado ese rasgo de diversidad bajo una presentación general tan del montón y encima toscamente elaborada. Pero basta escuchar “Creation of abysmal authority” o “Carnal pleasure of abnormal derangement” -seguramente el tema más vulgar y lineal- para tener clara la orientación Brutal Death. En fin, no insistamos en esto, sino en lo que no era previsible y le da su gracia final: los blasts a piñón son innegables, pero los riffs se alejan de la escuela SUFFOCATION o DEEDS OF FLESH y resultan bastante más elementales, con un aire al “The age of recreation” de sus compatriotas MASS INFECTION. Motivos breves, de estructura simple y ritmo regular, que crean una amena combinación con la ultravelocidad de la batería.

Cuando ésta abandona su monotonía es cuando encontramos los pasajes más interesantes, o en los momentos en que subraya con los platos los acentos de los riffs sobre un fondo uniforme de blasts y redoble permanente de doble bombo. Si lo hacen algunas veces será que pueden hacerlo más y quizá en un futuro alcancen resultados superiores. Por ahora dejan la promesa en momentos aislados de “Humanization mechanized” o “Insolent compulation” y sobre todo en los temas “Murder” y “Supremacy decay and dominance impurity”, en cuya segunda mitad la batería vuelve a lucirse con todo mérito.

Pero el disco entero está afectado de una especie de irregularidad o de indefinición, y al igual que alternan los temas ramplones con hallazgos muy llamativos, de repente enlazan el final del citado “Supremacy decay…” con el principio del siguiente usando un riff casi igual, y lo vuelven a hacer en el siguiente empezando con otra mínima variación del mismo riff y encima usando idéntico ritmo en la batería. Y por si esto fuera poco, este último tema se presenta como una instrumental de cuatro minutos, la mayor duración en el álbum, lo que hace albergar esperanzas de un final a lo grande, pero no: el tema es poco más que un boceto, con dos mitades y dos riffs, uno en cada, y hasta tienen el poco acierto de cerrar con un fade-out de un minuto.

Para rematar la parte negativa, la producción resulta bastante mejorable y el sonido necesita una buena dosis de brillo, dado el estilo que practican. Pero en general el disco gana en los aspectos positivos, se aprecia talento y buenas ideas, además de brutalidad y salvajismo ortodoxos, y quizá la meteórica trayectoria del grupo explique esos pocos aspectos que no han logrado depurar del todo. Tiempo tienen de ahora en adelante.

sábado, enero 21, 2012

CARNAL DISFIGUREMENT- Inhuman devoured content from cranial cavity (2011)

Hace un año aparecía esta pieza de brutalidad y guturalidad sin sorpresas a cargo del sello ruso Inherited Suffering Records, responsable de monstruosidades como el “The slow decay of infected flesh” de GUTTURAL ENGORGEMENT, el segundo álbum de INGURGITATE o el EP homónimo de THE EMPTY TOMB (proyecto en solitario de Mark Rawls, el engendro inhumano que vocea en los citados G.E. y que también está o ha estado al frente de aberraciones como DROWNING IN PHEMALDEHYDE o PROPAGATING THE ABOMINATION). El sello cuenta actualmente con nuevas bandas por todo el planeta como los australianos ICONIC VIVISECT, los rusos ABNORMITY, los ucranianos EZOPHAGOTHOMIA, los griegos ABNORMAL INHUMANE o, en una línea ligeramente distinta, los alemanes BEGGING FOR INCEST. Se ve por dónde van los tiros.

Y así es: el debut de estos checos no ofrece nada que no haya aparecido en las mencionadas ediciones o que no hagan igual de bien o mejor cualquiera de los grupos anteriores. Slam, ritmos destrozacuellos, blasts repentinos (la batería es programada), voces sacadas del subsuelo y afinaciones ultragraves, ese es el panorama del álbum y ahí termina la cosa. Originalidad y personalidad cero, no hay nada que los individualice frente a sus compañeros/competidores y tampoco se llevan la palma en ser los más cafres, pero para quien no se canse de gorrinismo, riffs en palm-mute de tres notas y un sonido tan denso que retumba, esto será una delicia. Más de lo mismo, ajustado a la más brutal ortodoxia del género y sin salirse un milímetro de los dogmas previsibles, pero con la ventaja de que el oyente hambriento de vísceras sabe lo que va a encontrar y además hecho con la suficiente variedad e ingenio para resultar ameno y enganchar. Ahora bien, algo más de veinte minutos de música se les podía haber pedido, ya que se ponen.

viernes, enero 20, 2012

REST IN GORE- Culinary buffet of hacked innards (2011)

Desde Japón llega esta banda que no es nueva pero que publica ahora su primer disco completo, en una tesitura temática y sonora bien conocida: tripas, desmembramientos y demás menú sanguinolento aderezan un Death que se mueve entre lo brutal, el Slam y elementos groovies. Una sucesión de títulos como “Rupturing stomach”, “Pierced eyeballs” o “Separated bodyparts” da idea del grado de originalidad del grupo en el apartado temático, y en cuanto a la música la oferta no va mucho más lejos.

Lo más destacable es la labor de la batería, con una sensación rítmica fluida, un repertorio bastante variado y un papel protagonista frente al resto de instrumentos. Pero esto en realidad no es ningún hallazgo sobresaliente, sino un simple demérito de esos otros instrumentos: los riffs de guitarra son espantosamente repetitivos, además de monótonos, casi siempre a base de ritmos regulares, en palm-mute y con pocas notas. Es decir, lo propio del subgénero que practican, pero llevado a cabo de una forma tan previsible y genérica que aburre.

Y ahí es donde aparece el protagonismo de la batería, porque todos sus diseños se dibujan sobre ese fondo plano e inmóvil de guitarra, de modo que se invierte el papel habitual de los instrumentos y es la guitarra la que marca un ritmo fijo que no cambia mientras que la batería va variando sus diseños, sus ritmos y sus patrones, introduce algún matiz y se permite acentos interesantes. El planteamiento resulta novedoso y puede ser una fructífera vía de exploración, pero hacer todos los temas a partir sólo de esa receta no es buena idea, y, así las cosas, al final casi hay que agradecer que el disco sólo dure veintisiete minutos.

jueves, enero 19, 2012

ELECTRO QUARTERSTAFF- Aykroyd (2011)

Esta es una de tantas bandas instrumentales que, por tal característica, cuesta situar en un determinado estilo, y es que a la hora de la verdad la voz cuenta mucho en este sentido. Progresivo… sí, suele ser la opción más socorrida. Pero en el peculiar universo instrumental también hay grupos que entran en lo extremo, como nuestros CONTINUO RENACER o uno de los casos más notables, SLEEP TERROR, ambos dentro de algo que podría llamarse Death Progresivo, o yendo un paso más allá y alcanzando los terrenos del Brutal, los franceses GYNECROLOGY, de chistoso nombre y música desconcertante.

ELECTRO QUARTERSTAFF comenzaron más apegados al Thrash y ahí siguieron hasta este último trabajo, pero ahora han dado un giro claro hacia el Progresivo, han dejado atrás buena parte de su contundencia y de su estilo más cortante y presentan un álbum donde prevalecen las frases complejas de ritmo irregular, los giros inesperados y los riffs paroxísticos. Viniendo de un país como Canadá, tan dado al carácter tecnicista, no es de extrañar. Y el cambio en sí no es ni bueno ni malo, es sólo un cambio: una evolución legítima y una decisión que cualquier artista es libre de tomar.

En lo que han perdido es en inmediatez, elemento clave para que un álbum instrumental mantenga el interés, así como en cohesión de los temas, otro elemento fundamental para que la música no se vaya por las ramas. Y aquí se va, y se va un buen rato. Hay unas cuantas divagaciones y demasiados pasajes que se mueven, cambian, serpentean y no se sabe a qué conducen. Como instrumentistas han avanzado una barbaridad, tanto que parece que se les ha ido de las manos y que no separan bien esa tarea de la de compositores. Son músicos inquietos, pero por momentos quizá demasiado y la cosa a veces parece más una larga elucubración que un disco coherente, con honrosas excepciones como “Descent by annihilation operator”.

Ahora bien, al menos no es una ristra de solos y más solos, ni de arpegios sin ton ni son, esto es verdadera música. Puede que algo pretenciosa e inconexa, pero música. Y, pasando por alto lo anterior, la exhibición de precisión merece la pena y la imaginación que derrochan también. Los instrumentos se mueven como una sola criatura bajo la batuta, paradójicamente, de la batería más que de las guitarras, ya que los detalles rítmicos son los que definen el nivel de complejidad musical y los que hacen encajar las piezas del conjunto. Aparte, la producción es una gozada y el disco se disfruta de principio a final, aunque no sea una obra apta para el público mayoritario.

miércoles, enero 18, 2012

TENSION PROPHECY- Riot of sacrificers (2010)

Este grupo viene de Irán, algo que en otro tiempo habría sido una primicia pero que hoy día no pasa de ser una anécdota. Hay grupos por todo el planeta y la conectividad a nivel mundial ha diluido las fronteras estilísticas de cada nación. Además, los hay en todos los países imaginables, puede que más o menos, pero los hay, como DEATHLESS ANGUISH en Arabia Saudí, los extintos UGRA KARMA en Nepal, SEVERE DEMENTIA en Bangladesh o CRACKDUST en Botsuana, por no hablar de países emergentes como la India, donde va habiendo una escena estable con grupos como DEMONIC RESURRECTION, AMOGH SYMPHONY o IIIRD SOVEREIGN. También hay discográficas como Legion Of Death Records que se especializan en grupos de estas procedencias geográficas.

TENSION PROPHECY han logrado fichar con el potente sello ruso Coyote Records para editar su primer disco, y eso muestra ya un afán por lograr una proyección internacional, y a la vez una cierta garantía de calidad en su música. Como decía antes, estilísticamente todo el mundo sigue alguna de las escuelas mayoritarias y establecidas, porque las escenas locales han ido perdiendo entidad, y de igual manera estos iraníes practican un Death Metal desprovisto de folclorismos y raíces étnicas, centrado en la brutalidad y oscuridad propias del género en su vertiente más ortodoxa.

Cambios de ritmo continuos, riffs incisivos, voz gutural, elementos que no se salen de los estándares del género y que conforman un álbum que no es ninguna maravilla pero no está nada mal, aunque la competencia tiene un nivel medio por el estilo y lo del “no lo hacen mal” se puede aplicar a muchos otros grupos. El disco, más dirigido al Death clásico que a los extremismos de reciente creación, pasa por momentos realmente variados en cuanto a ritmos y riffs -el tema “Unleash the fury” es un buen ejemplo-, también hay generosos solos de guitarra y la voz, profunda y poderosa, se mantiene siempre ‘audible’. Incluso el bajo tiene sus momentos para destacar, como al final de “Deadly orison”. Buena producción, con un sonido quizá algo artificial pero que permite distinguir lo que hace cada uno de los integrantes de este prometedor trío.

martes, enero 17, 2012

NEURAXIS- Asylon (2011)

No se entiende muy bien que NEURAXIS nunca hayan dado el salto al primer nivel de popularidad internacional, porque es un grupo con unas cualidades perfectamente proporcionadas entre técnica, agresividad y accesibilidad. Pasada su primera etapa algo más cavernícola, se establecieron en un estilo que los hace muy reconocibles, a medio camino entre CRYPTOPSY y KATAKLYSM -por citar ilustres referentes de su país-, limando lo peor de unos y de otros y alejados tanto de los excesos malabarísticos de los primeros como de la tendencia comercial de los segundos.

Quizá por eso mismo no han triunfado, aunque esto es otra historia. Lo que tenemos aquí es su sexto trabajo completo, un álbum que supera con creces el intelectualoide y algo aburrido “The thin line between” del 2008 pero que no llega a la altura del fabuloso “Trilateral progression” del 2005. El estilo se mantiene sin apenas cambios y quien los conozca sabe qué va a encontrar. Han recuperado pegada, energía y frescura, y su capacidad de crear temas complejos y riffs intrincados sigue donde siempre.

La orientación técnica de NEURAXIS se centra más en usar ritmos irregulares y cambios continuos que en tocar riffs imposibles o en querer dar más notas que nadie por segundo, esa nunca ha sido su pretensión ni lo es ahora. Recurren a compases compuestos, acentos desplazados, redobles y rellenos de batería, etc., de manera que su complejidad está más en lo compositivo que en lo puramente instrumental. Y lo que les da su identidad también les lastra, porque se empeñan en meter tantas cosas contrastantes y en hacer tantos cambios de ritmo y tan bruscos que al final no hay “temas” como tal: por aquí y por allá aparecen frases llamativas o riffs interesantes -y la batería es en sí misma todo un espectáculo-, pero uno tiene la sensación de que cualquier cosa podría estar en cualquier sitio, y en realidad así es.

Por otra parte, hay cosas “llamativas” e “interesantes”, como decía, pero nada más, no hay nada impresionante o que sobresalga, salvo en los primeros tres temas, lo cual a su vez es otro inconveniente, porque han acumulado ahí las ideas más pegadizas y luego el resto del disco pierde brillo y se va perdiendo en un conglomerado de secciones aleatorias que no superan un nivel medio de imaginación. Además esos temas iniciales tienen partes melódicas que copian el mismo giro y que, de nuevo, dan la sensación de ser intercambiables. En definitiva, luces y sombras pero más de lo primero en un disco que mantiene alto el merecido prestigio de NEURAXIS.

lunes, enero 16, 2012

CEPHALIC IMPURITY- Unique brute revival (2010)

Hace año y medio se publicaba este disco, el segundo a cargo de estos rusos y un avance verdaderamente abrumador desde su debut "Perverted surgical concept", del 2008, que en realidad parecía casi una caricatura de disco, o en el mejor de los casos una colección de topicazos hechos de la manera más burda imaginable. No sabemos qué les habrá pasado en ese lapso de tiempo, pero la diferencia es abismal, y el salto cualitativo también.

Su segunda entrega rehúye los clichés de tipo gore y prefiere una ambientación fantasiosa y futurista. La música en esta ocasión está a la altura como para ser tomada en serio, y de hecho muestran una admirable madurez a todos los niveles. Se mire como se mire, no deja de sorprender hasta qué punto parecen otro grupo, y siempre para bien. Basta con el principio de "Discordant path" para que quede claro y para que pongan las cartas sobre la mesa con toda la convicción del mundo. A partir de ahí, una avalancha de Death variado, brutal, agresivo y perfectamente trabajado.

Donde más han centrado sus esfuerzos es en el aspecto rítmico, y hay que reconocer que la labor del batería Andrey sobresale por encima de la de sus compañeros. Los temas cambian continuamente de ritmo en medio de redobles y cortes incesantes, y los riffs tienen incluso un sesgo progresivo de vez en cuando. Ahora bien, les falta organizar con total coherencia todo este material, que a veces se les desparrama sin lograr dejar una sensación clara en el oyente, o dando lugar a una música ciertamente admirable pero que no sabemos bien hacia dónde va.

La voz resulta un tanto monótona, más aún en un disco que intenta desesperadamente ser variado, y la duración algo corta (veintinueve minutos, y eso que han regrabado un tema de su anterior disco). Por otra parte casi toda la música es ardua de asimilar no sólo al principio, sino en diversas escuchas, pero de pronto saltan con un tema como "Gruesome splendour", que es igual de valiosos que todos los demás pero bastante más accesible, o hacen lo mismo en ciertos pasajes de "Constant misery" y "Taxidermic insanity", y la conclusión es que aún tienen que definir su personalidad, o al menos equilibrar el papel de las partes más directas en medio de su apuesta por la complejidad.

domingo, enero 15, 2012

DEFACING- Homicidal satisfaction (2010)

Cuando publicaron su primer disco, “Spitting savagery”, en el 2005, ya resultaban ultrabrutales, y cinco años después no han cambiado ni pizca. Por no cambiar, no han cambiado ni la formación del grupo. Y por supuesto, el estilo es el mismo: Brutal Death llevado al límite, casi en las fronteras de lo audible y dentro de la orientación habitual en muchas bandas suramericanas. Realmente donde se llevan la palma es en Colombia, con ejemplos como MELTING FLESH, ANCIENT NECROPSY o CARNIVORE DIPROSOPUS, pero estos chilenos no les andan lejos. Aun así, resultan un poco más comprensibles y se aprecia un intento de crear música algo más técnica, como si se tratara de una revisión de los citados grupos pasados por el tamiz de los primeros CRYPTOPSY.

El contrasentido en esto es que el disco se inclina por una producción y un sonido más propios de otros subgéneros de Death, con guitarras correosas, distorsión pasada de vueltas y un cierto barullo general que aumenta la sensación de brutalidad pero difumina la sarta de riffs y notas con la que ametrallan sin parar. Y ya que hacen una música que en el fondo es tremendamente precisa y en la que todos los instrumentos trabajan incansablemente, no parece muy lógico perder la posibilidad de mostrarlo, ni obligar al oyente a aguzar las orejas o hacer malabares con la ecualización para poder enterarse de todo lo que está pasando.

El apartado lírico y visual tampoco cambia: cierta obsesión con el monotema de los asesinatos (“murder”, “kill”, “homicidal” son palabras que aparecen en varios títulos de temas y en el del propio álbum) que puede llegar a cansar, una evidencia más del apego que tienen a sus raíces. Y por si quedaban dudas, recuperan tres temas de su Demo del 2003 con la que empezaron a aterrorizar al mundo, “The beginning of human cruelty”, un título de lo más apropiado.

sábado, enero 14, 2012

SKELETONWITCH- Forever abomination (2011)

Dentro del panorama del revival del Thrash, SKELETONWITCH son uno de los pocos grupos que destacan por tener un estilo propio, un sonido personal, y por no basar su propuesta en imitar a nadie consagrado. Tras el debut del 2004 “At one with the shadows”, su primer disco con gran distribución, “Beyond the permafrost”, así lo demostró en el 2007, dos años más tarde lo confirmaban con “Breathing the fire” y ahora se mantienen exactamente en el mismo punto gracias a su cuarto álbum.

Entre los rasgos de ese estilo propio que les hace reconocibles y que cimenta su credibilidad están el fusionar el Thrash de siempre con elementos melódicos, sin derivar hacia experimentalismos chocantes, o el uso de una voz más próxima al Black. Velocidad y guitarras armonizadas son también sello inconfundible por parte de estos americanos que desde hace un tiempo están consiguiendo bastante reconocimiento.

Su línea continúa inalterada en “Forever abomination”: riffs thrasheros pero no típicos, voz áspera y guitarras bien trabajadas se dibujan sobre un fondo rítmico en general muy movido para dar lugar a temas relativamente cortos pero de variada y sólida estructura. Hasta aquí todo son ventajas y nada se le puede reprochar al álbum, pero sí se podría esperar más. La única pega es precisamente lo que no hay, y es que faltan temas rompedores que destaquen sobre este ambiente de corrección general que, sin embargo, no llega a desatar la euforia.

“The infernal resurrection” muestra una orientación Thrash más ortodoxa en los riffs, a la vez que la sigue mezclando con elementos Black, “Cleaver of souls” tiene un grácil solo cuando el tema finaliza bajando el tempo, y “Of ash and torment” suena como unos ARSIS con un nivel de técnica más contenido. Todo esto está bien, y es una suerte que se mantengan fieles a sí mismos y que sigan siendo capaces de recrear la energía y la frescura de “Beyond the permafrost”. El día que logren componer temas verdaderamente antológicos conquistarán el trono al que por ahora no van mal encaminados.

viernes, enero 13, 2012

FUMES OF DECAY- Devouring the excavated (2011)

Otro disco más de Brutal Death al estilo americano, otra estupenda portada de Jon Zig y otra producción más del sello Sevared que no se sale de sus férreos criterios. Brutalidad, ausencia de innovaciones, guturalidad máxima, guitarras destrozatímpanos, blasts a saco… No se les puede negar que todo lo que publican sigue una línea bien definida y que su marca es sinónimo de fidelidad a un estilo, lo que implica que todos sabemos qué esperar. Y lo encontramos.

Ahora bien, en este disco concreto la calidad es la justa para cumplir esos estándares y poco más. Es decir, se trata de uno de los discos más convencionales y predecibles que se hayan publicado últimamente dentro del género. Con esto queda todo dicho, y si eso es lo que uno busca, estupendo, nadie se verá defraudado. Pero suenan a mil grupos más que tocan exactamente lo mismo, igual de bien o igual de previsiblemente, según se quiera ver, y si no fuera por la portada y por la discográfica no llamarían la atención lo más mínimo.

Lo que se limitan a hacer es aplicar las más ortodoxas pautas que todos conocemos, con un resultado correcto pero impersonal hasta aburrir. Y para ser un grupo holandés da un poco de pena, dada la fantástica tradición que existe allí incluso en Brutal Death, donde numerosos grupos han creado desde hace tiempo una línea puramente americana pero con sabor propio. FUMES OF DECAY no están a la altura de esos antecedentes, pero tampoco a la de los grandes nombres americanos compañeros de sello.

Quizá todo sea fruto de la inexperiencia y dentro de un tiempo se conviertan en algo más que unos buenos imitadores, pero en los cuatro años que llevan en activo no han producido más que los nueve temas de este disco, ya que los temas de su Demo del 2009 vuelven a aparecer aquí, o sea que de creatividad tampoco andan muy sobrados. Por último, parecen ser uno más de tantos grupos que olvidan que esto es un disco, un objeto comercial, un producto que pretenden vender, y veintiséis minutos escasos de música no parecen la inversión más atractiva ni la oferta más inteligente en estos tiempos

jueves, enero 12, 2012

PANOPTICON- Social disservices (2011)

PANOPTICON es un proyecto musical a cargo de una sola persona, el estadounidense residente en Kentucky Austin Lunn (“A. Lundr”), con un estilo Raw Black Metal que él denomina RABM: Red & Anarchist Black Metal. Letras contra la sociedad tal como la conocemos, sus problemas, miserias y abusos, sobre un fondo de nihilismo sonoro que en anteriores entregas ha estado muy a menudo teñido de carácter atmosférico y surcado por pasajes líricos e incluso folk.

Aparte de varios Splits, este es ya su tercer disco completo, en el que repite las proporciones de su segundo “Collapse” del 2009: cuatro temas largos y una duración por encima de los tres cuartos de hora. Pero se trata de su álbum más avanzado, también el menos oscuro, aunque en absoluto menos crudo ni visceral, lo que queda claro desde que empieza “Resident” como un vendaval de furia tras una breve intro relacionada con el concepto lírico del disco.

A partir de ahí encontramos un Black apocalíptico pero también sofisticado, una música mucho más variada y sugerente que en trabajos previos y en la que podemos disfrutar de arabescos solistas junto a riffs despiadados en “Client”, fragmentos casi de Death melódico en el final de la muy cambiante y por momentos agónica “Subject”, o larguísimos pasajes de reiterativa contemplación en “Patient” con armonías que son ya marca de la casa. Además hay un menor abuso de los interludios atmosféricos y las largas intros de otras ocasiones, aunque intros sigue habiendo. Y, como siempre, muchísima velocidad, odio, violencia y voces angustiadas, pero con un grado de sutileza desconocido hasta ahora y que es precisamente lo que le da su mayor proyección y su enorme capacidad sugestiva.

miércoles, enero 11, 2012

FUNERAL RAPE- Porn afterlife (2010)

Seguramente lo más notable que han hecho en su carrera FUNERAL RAPE es contribuir a poner en marcha la moda de las portadas con sierras asociadas a genitales femeninos, con aquel “A chainsaw in the cunt” de título explícito y portada no menos ilustrativa. Un disco tosco y primario, aunque a ratos simpático, al que sucedió un “Sexperiment” algo más violento y con mayor presencia de partes brutales, tanto Grind como Deathgrind. Cuatro años después volvieron con este “Porn afterlife”, sin sorpresas ni cambios.

Y de nuevo lo que sale mejor parado son los elementos extramusicales, o quizá ni eso: la portada es graciosa, con otro de sus montajes de imágenes a los que no se les puede negar ser, cuando menos, ocurrentes, como también lo es la contraportada y su imagen de una monja con expresión a medio camino entre la sorpresa escandalizada y las ganas de sumarse a la fiesta. Pero esta vez ni siquiera los títulos -otro elemento no musical que en este género puede tener casi tanta importancia- resultan imaginativos, o al menos especialmente depravados, lo que sería otra posible vía de interés. Y las intros, tres cuartos de lo mismo: previsibles, facilonas y repetitivas.

La música, por desgracia, cumple también estos tres rasgos, y al final nos quedamos con que todo el conjunto es de lo más soso que uno puede encontrar en este estilo, hecho sin ideas y sin ninguna demostración de ingenio. Es más, parece que se complacen en ser más ramplones y elementales que nadie, porque agresividad como tal tampoco es que haya, sólo un aire de zafiedad orgullosa que llega a aburrir al cabo de poco tiempo.

martes, enero 10, 2012

DIFTERY- Trepa-Nation (2011)

El sello japonés Amputated Vein Records se caracteriza por su inclinación hacia el Brutal Death, pero desde hace un tiempo también por el intento de estar a la vanguardia de este y no solo en las cloacas del gorrinismo y la barbarie sonora, con grupos tan distintos entre sí como SEVERED CROTCH y APOSEPSY, que abren nuevas vías más allá de nombres clásicos como ENMITY o VIRAL LOAD. Además, dentro de su brutalidad intenta incluir casi todas las tendencias posibles, Slam, Técnico, Brutal más ortodoxo, estilo NY y hasta algo de Deathgrind. Pues bien, los eslovacos DIFTERY cumplen perfectamente esos dos rasgos de su actual compañía discográfica.

En su segundo trabajo presentan nueve temas que abarcan más o menos todos los subgéneros antes mencionados, aunque lo que prevalece y guía el conjunto es un Death algo técnico y, desde luego, muy cambiante. No se les puede achacar falta de trabajo ni complejidad en su música, pero no siempre por meter muchas cosas juntas el resultado es mejor. De hecho en este disco ese es el principal problema, que intentan acumular tanto material que el producto final es una especie de amalgama imposible.

Hay muchas partes que de forma aislada sobresalen, pero el conjunto no está bien empastado y no logra transmitir una sensación de uniformidad, y al final cada tema es un batiburrillo de muchas secciones distintas, cambios de ritmo, idas y venidas y una cierta “ambición” de miras mal enfocada. Quizá temas como “Aeon of slavery” o la final “Legacy of the fallen race” tienen algo más de cohesión, pero les sigue faltando personalidad, como a otros cuantos que en realidad suenan demasiado genéricos. Porque en el fondo creo que la principal carencia del grupo es esa, que les falta personalidad, aunque son buenos músicos y trabajadores meticulosos, de eso no cabe duda.

lunes, enero 09, 2012

VIRULENCY- Promo (2011)

Lo mejor que se puede decir de un grupo de Brutal Death no es que sean cafres o bestias ni tampoco exaltar su caña o su berraquismo, puesto que todo esto es consustancial al género y de hecho sin que se den esos rasgos difícilmente sería Brutal Death. Tampoco hace superior a un grupo el hecho de que esos rasgos estén más acentuados, y la cosa no va de ser cuanto más bestias mejor, o no simplemente.

En todo caso, la agresividad bien enfocada y administrada siempre resulta más brutal que el barullo amorfo. Los vascos VIRULENCY parecen saberlo, porque los dos temas que presentan en esta Promo son bestias y reparten caña sin contemplaciones pero no se limitan a ser cafres sin ton ni son. Supongo que por eso se han esmerado en lograr una producción devastadora pero perfectamente clara, y un sonido contundente en los graves y salvajemente cortante en las guitarras pero que a la vez resulta inteligible y permite distinguir el trabajo compositivo.

Y aquí también se han tomado las cosas con calma y dedicación: ambos temas tienen una satisfactoria variedad tanto en ritmos como en velocidades, y los dos regalan riffs a diestro y siniestro en un incesante ir y venir de cambios y secciones contrastantes. Aun así, en “Field of impaled bitches” hay cierta sensación de desorden que han resuelto mucho mejor en “Concupiscent succubed disturbance”, un tema más homogéneo y mejor cohesionado, aunque con menos partes pegadizas que el anterior.

Ese es otro apartado en el que salen airosos. Sin ser nada del otro mundo, casi todos los riffs son fáciles de seguir y bastante reconocibles, e incluso hay varios que realmente se quedan pronto en la cabeza y ya no se marchan. Lo malo es que la impresión global de cada tema no es tan fácil de retener -y eso que sólo son dos- y una vez que acaban se difumina rápidamente. En general el trabajo de riffs es complejo, más por los continuos cambios y el carácter inquieto que porque el diseño de ninguno sea especialmente enrevesado ni su ejecución particularmente técnica.

El peso de la música, cómo no, lo lleva la guitarra, la batería tiene momentos de protagonismo en los que sus patrones prevalecen sobre la regularidad rítmica de la guitarra (sobre todo en “Field…”), y el bajo se lleva la peor parte, ya que se limita demasiado a doblar los riffs de la guitarra. En parte esto se explica por la ausencia de un bajista y el hecho de que todas las cuerdas corren a cargo del mismo músico, quizá si el puesto se cubre con alguien fijo que pueda desarrollar partes propias este aspecto ganará en el futuro. La voz también podría dar para mucho más, sobre todo considerando que es voz solista, y realmente le vendría bien ampliar su repertorio de registros.

Por último,  me temo que si quieren destacar en el concurrido mundo de la brutalidad van a necesitar forjarse una personalidad más individualizada y ofrecer algo que los diferencie del millón de bandas que hacen las cosas igual de bien que ellos, y es que hasta el nombre que han elegido carga ya con este lastre. Eso sí, en su flyer mencionan a DISGORGE, PUTRIDITY y DEVOURMENT, y en su favor hay que decir que resultan más frescos, variados e inmediatos que los primeros y más comprensibles que los segundos.

Como se ve, hay luces y sombras en casi todos los aspectos de esta breve Promo, pero el balance final es altamente esperanzador y probablemente estemos ante un grupo que pueda llegar a dar sorpresas. Me atrevo a opinar que si pusieran más énfasis en las partes pegadizas, si las explotaran más o intensificaran su importancia dentro de cada tema, evitando que estos pasen de largo al terminar de sonar, podrían hacer un disco completo realmente interesante. Por ahora acaban de alcanzar un acuerdo con Grotesque Productions y Pathologically Explicit Recordings para la edición el próximo septiembre de su EP de cinco temas “Unbearable Martyrdom Landscapes”.

domingo, enero 08, 2012

VELOCIDAD ABSURDA- Reborn for the extermination (2011)

Primer disco completo por fin para los zaragozanos, después de varias Demos, un EP y un Split, unos cuantos años en la escena y una ruptura que a su vez dio lugar a un regreso hace poco más de año y medio. En esta ocasión se presentan como trío, habiendo pasado Jesús de la guitarra a la batería, con Ángel a la guitarra e Iván al bajo y voz. Lo que ofrecen es un Death a medio camino entre lo brutal y lo más clásico y oscuro del género, con ritmos pesados que alternan con acelerones y salvajes estampidas, riffs incisivos, voces guturales junto a formidables gorrinillos y un sonido pastoso y orgánico pero que permite distinguir la música sin problemas.

Todo está hecho de forma bastante elemental, no hay florituras técnicas ni detalles instrumentales, sólo un ataque sin descanso a base de terror sonoro y escenas gore, todo muy bien ambientado con una fantástica edición. Los cambios de ritmo son casi continuos, aunque la mayoría de las veces son un tanto aleatorios y los temas podrían haber tenido una personalidad individual más marcada si les hubieran dado estructuras no tan inconexas. Por otra parte, el álbum se queda corto, con apenas veintinueve minutos, seguramente una duración idónea para que la excitación no decaiga pero al mismo tiempo una manera de desaprovechar la singular ocasión.

Como adelantaba, la edición merece una mención especial: un trabajo de diseño cuidadísimo que añade una dimensión extra a la música y revaloriza el formato físico del disco. El sello andaluz Hecatombe Records ha sacado una tirada normal de mil copias en caja dura y además una edición limitada de quinientas copias en digipack, y en ambas el alarde visual es digno de alabanza, tanto en el folleto desplegable como el tríptico o hasta las imágenes del propio Cd o la contraportada, con la peculiaridad añadida de que ambas ediciones son distintas y las fotos y el contenido varían entre una y otra.

sábado, enero 07, 2012

SEVERANCE- The truth in question (2011)

Los SEVERANCE de Texas son seguramente uno de los grupos con menor proporción entre el tiempo que llevan en activo y la cantidad de material publicado: tres discos, un EP y un Single desde el año 89. Y a lo largo de esa exigua producción han ido desinflándose y perdiendo brío con el paso de los años, hasta llegar a este reciente “The truth in question”.

Sus inicios, con los mencionados formatos breves, mostraron su mejor faceta, su lado más oscuro y más anclado aún en el Death con sabor añejo. Luego empezarían a complicar su música con una considerable cantidad de notas pero tocadas sin apenas relieve. El resultado es que en sus discos completos nunca han llegado a destacar ni por su técnica, ni por su oscuridad, ni por su espíritu Old-School, y se han movido en tierra de nadie viéndose además perjudicados por unas producciones de ínfima calidad.

Y en pleno 2011 dan un giro de tuerca más a su carrera errática con un disco aún más confuso, en un estilo que prolonga su indefinición y con una producción de nuevo tosca y sucia. Las guitarras tienen un timbre más propio de producciones hardcoreras que de un álbum de Death Metal, y el estilo se adentra por momentos en etiquetas que podrían acabar por “-core” sin empezar por “Grind-”. El problema no es en sí el estilo, sino la falta de personalidad que arrastran los temas, la sensación de confusión que transmiten y el hecho de que prácticamente ninguno tiene verdadera garra.

viernes, enero 06, 2012

BANISHED FROM INFERNO- Minotaur (2011)

Primer disco completo de este combo español formado alrededor de Rober Bustabad (guitarra y bajo en MACHETAZO desde hace más de una década) y Phlegeton a la batería (conocido por su labor de diseñador gráfico y como miembro de WORMED, GODÜS y otras varias bandas, así como actual cantante de HUMAN MINCER). A ellos se les unen Julkarn (GRAVEYARD, OF DARKNESS, etc.) al bajo y voces y Balc (BALMOG) en la voz solista. El grupo empezó en el 2002 con el nombre de BERENICE BLEEDING, y tras cambiarlo cinco años más tarde por la denominación actual, publicaron un primer EP homónimo en el 2008 donde al frente de las tareas vocales estaba Rogga Johansson, músico sueco de incansable presencia en mil frentes simultáneos. Después terminarían su relación con el sello que editó aquel EP, Ibex Moon Records, y en octubre del 2011 publicaron este primer álbum completo bajo el auspicio del sello alemán Metal Inquisition, filial de No Colours Records, en colaboración con la discográfica española Black Mass Records.

La música se grabó en el verano del 2010 en los estudios Treboada de La Coruña, excepto la batería, que la grabaron unos meses antes en el propio estudio de Phlegeton. Encargado del sonido estuvo Paco Liaño, Dan Swanö se ocupó después de la mezcla y la masterización en Suecia, y el diseño y el arte gráfico son obra de Timo Ketola. El disco finalmente apareció en formato CD-Digipack deluxe y en LP de vinilo con póster desplegable, así como en descarga digital para iTunes, Spotify y Amazon.

Se trata, pues, de un trabajo que llega tras una larga etapa de maduración, por parte de unos músicos experimentados y con larga trayectoria, y realizado con todo el esmero necesario para asegurarse un producto de calidad. Y también en la música se percibe este gusto por las cosas bien hechas y este conocimiento depurado de las esencias del Death Metal con solera. En principio todo apunta a Old-School estilo sueco, con el aire lúgubre propio del género y su habitual paleta de ritmos, riffs y voces. Y ciertamente encontramos todo eso, pero también mucho más, y ahí es donde BANISHED FROM INFERNO sorprenden y se sitúan un paso por delante de tantos otros grupos que hoy día se dedican a recrear un estilo tan consolidado como éste.

Por aquello de que Rogga Johansson ha pasado por sus filas se le puede usar como referencia -a él y a sus incontables bandas y proyectos, con PAGANIZER al frente-, pero el estilo de BANISHED FROM INFERNO va mucho más allá y no se limitan de forma tan ortodoxa al Old-School ni a sus rasgos más elementales. La música es simple y directa pero bien elaborada, movida a la vez que siniestra, tiene un punto perfecto de equilibrio entre todo ello y una variedad de ritmos más que suficiente. El sonido rehúye lo digital y se aleja de producciones estériles y frías, pero tampoco resulta pastoso ni sucio. En todo se nota ese gusto por abarcar elementos diversos y por no ceñirse a ultranza a una determinada corriente.

Temas rápidos, algún blast, medios tiempos, estribillos coreables en “Fall eternal”, dinamismo en la ejecución… son más razones para el disfrute. Y aparecen además unos elementos melódicos -más en las armonías que en las melodías- que empiezan en “Praise the rotten dead”, vuelven en la mencionada “Fall eternal”, recorren el tema-título y en realidad ya nunca desaparecen del todo. Unas estructuras clásicas y coherentes, solos estupendos y de gran expresividad, ocasionales detalles de teclados ambientales y una versión oculta del “Messiah” de HELLHAMMER terminan de completar un disco muy atractivo que, sin inventar nada y siguiendo modelos más que conocidos, logra destacar por méritos propios.

Happy Butchering Birthday


¡UN AÑO YA!

¡Quién me lo iba a decir hace un año, cuando tal día como hoy y en fecha tan señalada y entrañable abrí este antro de delirios musicales! Este laboratorio de vísceras, tripas y sadismos auditivos varios. Un año ya y como si tal cosa. Aún revolcándonos en el lodo de la pocilga. Enfangados y orgullosos.



jueves, enero 05, 2012

BRUTAL TRUTH- End time (2011)

Los BRUTAL TRUTH de después de su regreso hace cinco años han tenido una acogida desigual, muchos han abjurado de su “nuevo” estilo, otros lo han apreciado y entendido, y a algunos les basta con que sean BRUTAL TRUTH. El caso es que casi veinte años después resulta un poco iluso esperar que sigan escribiendo música como la de “Extreme conditions…”, unos porque son los mismos músicos de entonces y han ido cambiando, y los otros porque son nuevos y han aportado ideas diferentes. Si alguien espera que esto sea un “Extreme conditions…” 2 o un “Need to control” 2, es que tiene una perspectiva poco realista.

Tampoco es que se hayan pasado al Grindcore modernete o experimental, simplemente han dejado atrás el registro más convencional en beneficio de una música sin ataduras ni moldes que la limiten pero a la vez manteniendo su esencia. ¿Es Grindcore? Por suerte para el estilo sí, ya que en la medida en que no encaja en sus dogmas lo hace más rico y lo engrandece. Los riffs no tienen el diseño básico que todos conocemos, la batería no es una ametralladora de blasts a piñón fijo, cierto… ¿Y acaso eso es un problema? Al contrario, es una estupenda noticia y, como decía, toda una suerte para el género.

La intensidad que desprende todo el disco es apabullante, un ataque continuo, una estampida tras otra, una batería indescifrable, gritos, blasts, distorsión y redobles, locura y furia fundidos en una odisea de caos sonoro. Pero es que si uno mira más allá de este magma en ebullición descubre un trabajo compositivo alucinantemente minucioso, un diseño de riffs increíble y unos arreglos instrumentales muy cuidados. Y también ahí impresiona. Al final el disco se puede escuchar desde su más primitiva crudeza o atendiendo a su infinidad de detalles, y en cualquiera de esos enfoques responde con creces.

Desde el comienzo sorprenden con hazañas como “Simple math”, donde parece mentira que sean capaces de hacer tal cantidad de cosas en minuto y medio escaso. Otros temazos son el propio “End time”, “Small talk”, “Butcher” -algo más largo y con unas interesantísimas líneas de bajo, tanto solas como contrastando con las guitarras-, “Swift and violent” o la descontrolada “Eco friendly discharge”. Se puede entender que a alguien no le guste, y la verdad es que no tiene por qué gustarle a todo el mundo, pero es innegable que es un disco brutal y agresivo, muy currado y que expande las fronteras del género sin traicionar sus postulados básicos, y además con una creatividad admirable.

Si algo se le puede reprochar es que tal vez le falte gancho en algunos momentos, que quizá tanto retorcimiento le quita espontaneidad. Es caótico pero a veces poco visceral, es ruidoso pero poco directo. Y luego hay un par de temas -“Warm embrace of poverty” y “Drink up”- que se hacen algo pesados, y encima son los únicos dos que pasan de los 3 minutos y medio. Son respectivamente el número 11 y el 22 en el álbum, o sea que cada uno cierra una de sus dos mitades y quizá eso explique su bajón de velocidad y su escasez de cambios. El disco acaba con quince minutos de puro ruido instrumental que no son más que un añadido inocente, ya que para entonces ha sobrepasado una duración más que generosa y ha cumplido con su destructiva tarea de sumirnos a todos en un torbellino de luminosa confusión.