martes, enero 24, 2012

WISDOM- Podre (2011)

Veinte años no es nada, como decía el tango, eso es lo que han tardado estos gallegos en publicar su primer disco completo desde que se formaron en 1991. Y quién lo diría, porque suenan enérgicos y rabiosos como cualquier grupo de chavales recién llegados, pero al mismo tiempo tienen la sabiduría que da los años -como reza su nombre-. La combinación se traduce en un disco directo, crudo, variado y bien trabajado.

El estilo se mueve entre varias aguas, básicamente Death, Grind y algo de Hardcore. A ratos suenan a los últimos NAPALM DEATH en sus momentos más hardcoreros de discos como “Order of the leech” o “Smear campaign” (cambiando la voz por otra más a lo Max Cavalera), pero sin su monótono chuga-chuga en los riffs ni su abuso de D-Beat en la batería, y en honor de los coruñeses hay que decir que resultan mucho más variados rítmica y compositivamente que Embury y compañía. Lo mejor es que todos los estilos están fundidos en uno solo donde nada destaca ni choca con el resto, y ni las partes Death son las típicas -salvo fragmentos como el principio de “Empanada de escarapotes” o hacia el final de “Podre”- ni las más Grind son un simple bombardeo de blasts, todo está fusionado a la perfección y resulta natural y fluido.

Dentro de ese peculiar género híbrido su música apuesta por una aparente sencillez, porque es directa y en verdad bastante simple -que no simplona-, pero si uno se fija bien verá que los temas son variados, tienen multitud de partes y cambios y que no se les puede achacar falta de inquietud en absoluto. La sencillez se da más bien en cada riff o cada pasaje considerado por separado, en la producción y la falta de arreglos (un apartado que podrían haber cuidado más) o en la casi ausencia de solos -excepto en “A rolos (O día do patrón)”-. El sonido por su parte no tiene nada objetable: claro, afilado, metálico, pero agresivo y poderoso.

La mayor pega del disco es doble, por una parte la escasez de material propio, y, sobre todo, la falta de pasajes que sobresalgan en cada tema y les den el empujón definitivo. Sólo siete temas originales a lo largo de veintiocho minutos parece muy poco, y eso siendo benévolos y pasando por alto la longevidad del grupo. Lo completan con una versión del “Suffer the children” de NAPALM DEATH cantada en gallego y re-titulada como “Sofren os nenos”, totalmente apegada a la original.

Y respecto al segundo punto, me temo que se hace mucho más evidente precisamente al llegar a esta versión, donde sí hay ideas, frases y riffs capaces de construir un tema antológico, algo de lo que carece el resto del disco. En este apartado los coruñeses pierden claramente frente a las huestes de Embury. Aun así, todo lo dicho anteriormente hace de este álbum una obra bastante superior musicalmente a las de grupos que tienen más renombre -me vienen a la cabeza RESISTANT CULTURE- pero que en parte se lo han ganado a base de exotismo y mera apariencia. WISDOM no han llegado aún a su plenitud, pero están en el buen camino.

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