viernes, mayo 18, 2012

SARCOPHAGY- The summoning (2012)

Oír este disco es una de esas experiencias curiosas que de vez en cuando suceden (si no conoces al grupo ni sabes nada del disco, así que esta reseña es un “spoiler” total). En principio la cosa parece clara: año 2012, editado por Sevared, portada con imagen de masacre informe y cadáveres apilados… Death Metal, no hay duda. Aunque luego habrá qué ver qué subgénero. Empieza a sonar: intro de un minuto y después estalla la música, blasts, sonido limpio y cortante, riffs asesinos, voz gutural… Brutal Death, según parece. Pero poco a poco comienzas a escuchar otro tipo de riffs, empiezan a bajar la velocidad, los elementos se simplifican a la vez que ganan en diversidad… y entonces reparas en que el grupo se llama SARCOPHAGY o en que tienen un logo perfectamente legible. Vaya, aquí algo no encaja. Para cuando suenan unas líneas solistas armonizadas la sorpresa ya es mayúscula, y al cabo de un rato piensas: “esto es muy retro, no en plan Old-School sino en plan Death clásico, concretamente onda americana pero pre-SUFFOCATION, quizá estilo Florida…” Aunque según pasa el tiempo la influencia de CANNIBAL CORPSE gana enteros. Qué raro es todo.

Así que acudimos en busca de información (hacer las cosas en este orden tiene la ventaja de que uno oye la música sin condicionamientos previos) a la madre de todas las enciclopedias metálicas y… resulta que estos tipos se formaron en 1993, sacaron dos Demos en el 93 y el 95 y luego un directo ya en el 2009. Tiene toda la pinta de que se separaron y tras el cambio de milenio volvieron a unirse. Lo relevante es que la mitad de los temas de este “The summoning” están en esas dos Demos, un tema en la del 93 y otros cuatro en la del 95 (de hecho es la Demo entera). ¡Ya cuadra todo!

Los demás temas no sé si serán de entonces o recientes (varios aparecen en el disco en directo), pero es llamativo que los alternan a lo largo del álbum con regularidad casi constante, uno “sin identificar” y uno antiguo, excepto los últimos dos, que trastocan este orden. Por el estilo, los temas impares quizá sí sean nuevos. Lo que está claro, para alivio de mi anterior perplejidad, es que las partes más descaradamente CANNIBAL CORPSE son antiguas, sobre todo los temas “The summoning” y “Cut to pieces”, el cual incluso empieza con una recreación un tanto sospechosa del “Hammer smashed face” y luego tiene unos trémolos totalmente CC.

Pero claro, 1995 ya era tarde para imitar tan a las claras a un grupo que por entonces estaba consagrado en todo el planeta y se encontraba en plena revolución interna cambiando de cantante. Otra influencia considerable en SARCOPHAGY pueden ser OBITUARY, aunque más diluida que la anterior, menos literal, y además compensada por otras secciones donde los riffs abundan en notas, sin llegar nunca a planteamientos Brutal/Tech como los mencionados SUFFOCATION y su ristra infinita de continuadores.

Total, que lo que encontramos aquí es un mosaico variopinto de Death con incursiones en el  Brutal, gran diversidad de ritmos, velocidades y riffs, estructuras cambiantes, algún fragmento peculiar con guitarras acústicas o solos melódicos, pero en general una ortodoxia plena dentro de lo más convencional del género. No destacan por su imaginación ni por su personalidad, pero se curran los temas, dan caña sin descanso y el disco suena muy bien, agresivo y potente. Diecisiete años son muchos años para que algo suene fresco o actual, y este disco obliga a hacer un esfuerzo extra para situarse mentalmente en aquel momento y poder valorarlo con justicia, pero compensa con creces.

La otra curiosidad del grupo es que tres de sus integrantes son los músicos con los que Damian Leski ha reconstruido GORGASM en el año 2010, dos de ellos (bajo/voz y guitarra/voz) fundadores de SARCOPHAGY y el otro el batería que desde ese año sirve en ambas formaciones. Es decir, que el núcleo básico del grupo está integrado en GORGASM. Entre los tres podrían tocar el repertorio de SARCOPHAGY en versión simplificada, teloneando a GORGASM, por ejemplo, y luego unirse a Leski y rematar la noche como cabezas de cartel. Qué cosas… El propio Leski mete un solo de guitarra en el mencionado “Cut to pieces” y contribuye también con voces adicionales. Pero cada uno sabe bien cuál es su lugar, y hasta resulta sorprendente que esos tres músicos transiten con tanta nitidez de un estilo a otro y eviten que haya interferencias molestas.

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