sábado, marzo 30, 2013

CARNIVORE DIPROSOPUS- Condemned by the alliance (2013)

En el Brutal Death es difícil no hablar de “riffs asesinos”, “voz monstruosa”, “guitarras destripantes” o “ritmos inhumanos”, y al final parece que con cada nuevo disco la descripción acaba repitiéndose y que va a ser imposible decir algo específico sobre el grupo de turno. Pero es que a veces es así, para bien o para mal. El género tiene sus cánones y los grupos no gustan de tomarse muchas libertades ni alejarse de la ortodoxia más recalcitrante. No seré yo quien lo critique, porque cuando me echo a la cara un disco de CARNIVORE DIPROSOPUS sé exactamente lo que quiero, y eso es lo que obtengo: media hora de brutalidad destripante y monstruosa, sonido ultracompacto, voz en el subsuelo y guitarras demenciales que parecen motosierras atravesando las paredes.

Brutal Death Metal en la confluencia perfecta del estilo americano con la orientación propia de los grupos colombianos tipo DEFACING o MELTING FLESH, un híbrido formidable que ni se pierde en los tecnicismos de los primeros ni incurre en las a veces excesivas guarrerías de los segundos, sólo brutalidad cadavérica, machacona y enferma, pero bien hecha. ¿Y qué es lo que hace que un disco como éste, impersonal y ortodoxo como cualquier otro, sea destacable? Pues los temas, ni más ni menos. Los riffs, los cambios, las frases… lo de siempre, en realidad, porque si uno se para a pensarlo, las descripciones genéricas no indican nada sobre la imaginación de los temas, de ahí que valgan para cualquier disco y se acaben repitiendo, y al final son los propios temas los que dan la talla de un disco.

Y es que cuando un grupo está inspirado, porque sí, o porque atraviesan un buen momento creativo, o porque en el estudio iban puestos hasta las cejas, sólo cabe rendirse y disfrutar. El tercer trabajo de estos cafres de Bogotá no aporta nada nuevo y tampoco demuestra una marcada individualidad, pero está plagado de momentos en los que cada riff va directo al cerebro, lo taladra y se queda allí haciendo que tengas ganas de oírlo una y otra vez. Y no para comprobar que sean mejores que nadie, sino sólo para caer en un estado de animalización psicótica prolongado durante ocho temas más una intro y una outro. “Colossal destruction”, “Deeds of supreme sect” o “New order condemnation” no ofrecen atractivos a la mente ni resisten un minucioso análisis musical, porque apuntan a la parte más primaria de nuestros instintos y sólo aspiran a llevar al oyente a un trance de violencia gratuita y destrucción irracional, pero todo esto lo logran de sobra. Si le sumamos la muy acertada producción, la experiencia global resulta ser de las más satisfactorias y convincentes últimamente en el limitado pero irresistible mundo del BDM.

No hay comentarios: