sábado, abril 26, 2014

BATTLEFIELD- We come to fight (Mini-LP, 1988)

La escena alemana de los 80 fue fecunda en todos los campos, pero quizá destaque en ella, aparte del Thrash inconfundiblemente teutón y separado del americano, la mezcla de géneros que protagonizaron bandas como HELLOWEEN, RAGE, GRAVE DIGGER y RUNNING WILD (todos ellos grupos longevos, constantes, trabajadores y productivos como pocos), ese híbrido de Thrash y Speed cuando aún ninguna de las dos etiquetas estaba clara, que incorporaba elementos de Heavy tradicional y pronto también de Power y que tendría continuación poco después en grupos como GAMMA RAY, SCANNER o BLIND GUARDIAN, y ya en la década siguiente en herederos parciales de su estilo como IRON SAVIOR, PRIMAL FEAR, etc. De ese magma en el que bullían y se fundían géneros, identidades y sonidos salió este desconocido Mini-LP de Speed/Thrash a cargo de un grupo igualmente desconocido llamado BATTLEFIELD. No solo desconocido, sino también efímero en esta primera encarnación, ya que al poco de publicar su debut se transformaron en otra entidad completamente diferente, cambiaron a tres de sus cinco componentes, incluida la cantante, cambiaron de logo, de sello discográfico y sobre todo de orientación musical. Pero esa es otra historia.

En 1988 "We Come To Fight" vio la luz bajo el sello también desconocido y también efímero T.R.C. (siglas de The Record Company, nombre que más bien sugiere una autoedición encubierta bajo el auspicio de BMG Ariola). Que lo clasificaran como Mini-LP no deja de ser curioso: las diferencias entre Mini-LP, EP y Maxi-Single no siempre están claras y tienen que ver con si se reproducen a 33 o a 45 rpm, con la cantidad de temas que incluyen y hasta con el tamaño en pulgadas, pero también, como indican sus nombres, con su naturaleza, es decir, si se trata de un LP más corto de lo normal o de un Single más largo (tanto "Extended Play" como "Maxi-Single" aluden a este concepto, si bien el Maxi-Single incluía en la cara A un tema sacado de un LP y en la B dos o tres en lugar de uno solo como en un Single, pero luego encontramos casos como el "The $5.98 EP - Garage Days Re-Revisited" de METALLICA, que en su propio nombre se presenta como EP cuando en realidad tiene todos los rasgos de un Mini-LP). Al margen de estos líos, "We Come To Fight" dura más que el "Reign In Blood" de SLAYER, pero como tiene cinco temas en lugar de diez le cascaron la etiqueta de Mini-LP y a correr. Debe ser uno de los Mini-LPs más generosos que existan, visto lo visto.

No se trata de una obra maestra ni de un discazo que hubiera podido cambiar el rumbo de la historia, pero es un pequeño tesoro que merece la pena rescatar y que, quizá, si hubiera tenido más repercusión habría llevado al grupo por otros derroteros, de manera que hubieran podido ofrecer trabajos maduros de cierta envergadura dentro de este estilo en lugar de mutarse en algo que no les llevó a ninguna parte. Nunca lo sabremos. Lo que aquí plasmaron tiene un montón de atractivos que llegan a enganchar, junto a ideas poco originales y en general un refrito de elementos ajenos ya plenamente asentados en 1988. No eran unos adelantados, qué duda cabe, pero desbordaban intensidad a raudales, entrega y muchas ganas. Sobre todo intensidad, a un nivel mayúsculo en todos los temas y en la ejecución de todos los músicos, pero más aún en la de su cantante. A esta intensidad contribuyen el sonido, crudo y elemental, y también la propia grabación, hecha con modestia y escasez de medios, de forma que todo suena increíblemente natural y cercano, vivo, real, creíble. No hay retoques ni remezclas, no doblan las guitarras durante los solos y el bajo se queda solo más de una vez, y durante el último minuto de "Possessed Preacher" se marcan un final sostenido propio del más rabioso directo. Genial y emocionante.

Las composiciones están repletas de cambios: cambios de ritmo, cambios de velocidad, cambios entre unas partes y otras dentro de cada tema, riffs diferentes, secciones nuevas, pequeñas transiciones... siempre buscando la amenidad y la sorpresa, pero a la vez construyendo estructuras bastante clásicas con la conocida alternancia estrofa/estribillo. Y ahí reside otro de sus atractivos, los efectivos y pegadizos estribilllos. Cada tema tiene el suyo y todos son ingeniosos y chispeantes, al más puro estilo ochentero. Los riffs puede que sean bastante convencionales, pero los estribillos les dan a los temas la proyección necesaria para tener fuerza perdurable y personalidad propia. Los solos son otra gran baza del álbum, solos rápidos, dinámicos y cortantes, más interesados en la expresividad que en la técnica, a veces compitiendo ambas guitarras en velocidad y otras trabándose en melodías dobladas al estilo maidenesco, y hasta quedándose solas unos instantes en medio de "Grave Of The Unknown". Y por último la voz de Cornelia Ernst... una voz que de puro peculiar será o bien insufrible o bien adictiva, dependiendo del oyente, una de esas voces con un nosequé irritante, como puedan ser las de Bobby Ellsworth o Tim Baker (o en otros contextos las de Brian Johnson, Axl Rose o Justin Hawkins), pero a la que no se le puede negar autenticidad, pasión y furia. Tan fácil es odiarla como lo es cogerle gusto a sus gritos casi histéricos, a su agresividad en las estrofas combinada con estribillos perfectamente cantados, a su timbre femenino traspasado por inflexiones violentas que escupen rabia y que la colocan a la altura de las Debbie Gunn, Dawn Crosby, Nicole Lee y Sabina Classen con las que compartió década. Hoy día su estilo tiene continuidad en la cantante de los suecos TYRANEX, además de que el propio grupo en su conjunto se asemeja mucho a BATTLEFIELD, por la mezcla de corrientes, por sus elementos melódicos y por el peso de los estribillos.

De los cinco temas, el más corto ronda los cuatro minutos, otros tres superan ampliamente los cinco minutos y el último, "Possessed Preacher", alcanza los nueve. Claro, que este tiene una primera parte de dos minutos y medio sin relación con el resto del tema, igual que "We Come To Fight" empieza con una intro de minuto y medio que perfectamente podría haber sido un tema separado. "Nuclear Fight" es el único que empieza sin preámbulos de ningún tipo y quizá por eso es el menos largo de todos. "Possessed Preacher" tiene un absurdo parón poco después del 5'30, no por el hecho de parar, sino porque hay un largo silencio que desconecta totalmente las partes entre sí y que se habría arreglado simplemente con adelantar el rasgado furibundo con que retoman el tema (hacen algo parecido, aunque no tan largo, al final de "Nuclear Fight", antes de que el bajo marque el regreso). "Grave Of The Unknown", quizá ligeramente más flojo que los demás, empieza con una recreación casi idéntica del principio de "Necrophiliac" y luego tiene un riff principal también demasiado parecido a SLAYER, pero son defectos ocasionales. En general, pese al gran número de pasajes y riffs puramente Thrash, es evidente que el grupo no pretendía hacer Thrash Metal al uso, los temas no van por ahí y la multitud de melodías así lo confirma, aparte de pequeños detalles como el principio de "Nuclear Fight" o la reanudación de "Possessed Preacher" tras el mencionado parón, dos casos en que la batería marca de forma extraña el comienzo de sendos riffs típicamente Thrash.

Hay otra serie de pequeños o no tan pequeños elementos que se suman para hacer que este disco sea atractivo e interesante, como el principio acústico de los temas "Knock Down The Door" y "Possessed Preacher", ciertas melodías en concreto, sobre todo a cargo de la voz, detalles de naturalidad como el "rallentando" de "We Come To Fight", hoy día casi impensable, o la fabulosa labor del bajo, aparentemente discreto pero de enorme calidad, como se pone de manifiesto cuando pasa al pimer plano en el largo principio de "Possessed Preacher"; en realidad es así durante todo el disco, si bien hay que prestar atención para detectarlo porque el sonido no siempre ayuda (el estribillo de "Grave Of The Unknown" es un buen ejemplo). En general eso es algo que se puede aplicar a todo el álbum, el hecho de que vale la pena prestar atención para llegar a descubrir todos sus encantos, que son muchos, y para apreciar todo su potencial, propio de un disco de primera línea y a la altura de muchos de sus coetáneos, en particular compatriotas, que por razones que no vienen al caso tuvieron más proyección o más visibilidad y acabaron afianzando carreras de largo recorrido, como sin duda habrían merecido BATTELFIELD a juzgar por este intenso, inquieto y sorprendente debut.

sábado, abril 12, 2014

FLOTSAM AND JETSAM- No place for disgrace (Re-recorded, 2014)

Veintiséis años después de su publicación, FLOTSAM AND JETSAM han decidido regrabar su segundo disco, "No Place For Disgrace". Al parecer, el motivo ha sido no poder hacer una reedición remezclada y remasterizada del original, como sí pudieron hacer con su debut hace unos años. Así lo explican ellos:
“We have had a lot of requests to remix this record. The master tapes have been very difficult to obtain so we decided to re-record the album and use some of today’s technologies to recreate it. The aim was not really to change but to enhance it with the opportunity with the use of new tools. The sound quality is 100% better and more refined!”

Es decir, que el obstáculo que ha propiciado esta regrabación ha sido la dificultad de recuperar las cintas originales, su pimera intención era remezclar el disco, como hicieron con "Doomsday", pero se han visto obligados a tener que regrabarlo entero si querían cumplir el objetivo principal de mejorarle el sonido. Vale, pues veamos si lo han conseguido.

Para empezar, han bajado la velocidad en todos los temas, de forma que el disco dura cinco minutos más que el original, cantidad nada desdeñable. Todos los temas están ralentizados, salvo la versión de Elton John, con aumento de la duración que en alguna ocasión se acerca al minuto y que en "Misguided Fortune" lo sobrepasa. El efecto es evidente desde que, acabada la intro del primer tema, suena el riff principal y tras él entra la batería. Así todo el disco.

Cambian la letra de seis temas y sólo mantienen la original en dos (el tema-título y "I Live You Die"); fuera de esta consideración quedan, cómo no, la instrumental "The Jones" y la versión de Elton John. Las letras hablan de lo mismo, su sentido no ha cambiado, pero en todas las líneas cambian una o varias palabras, y a veces frases enteras. El caso más drástico es "Hard On You", donde sí alteran el sentido: la letra original fustigaba la clasificación "R" de los discos en los años ochenta, mientras que la nueva critica la bajada de ventas de discos por culpa de las descargas ilegales.

También han rehecho los solos de guitarra, hasta el punto de que no queda ni uno de los solos del 88. Pero ni uno. Quizá habría que pararse a valorar si el solo es parte intrínseca de un tema o no, y hoy día puede que haya posturas distintas, pero en los ochenta sin duda lo era, y gracias a ellos se creó toda una corte de guitarristas solistas consagrados. En el Metal extremo en general el solo de guitarra no es algo preceptivo, pero en el primer Thrash sí, y basta con pensar en Hanneman y King, o en Kirk Hammet en sus buenos tiempos, o en Dave Mustaine, o en Alex Skolnick. En 1988 el segundo disco de FLOTSAM participaba plenamente de esa consideración hacia los solos, que ahora han decidido erradicar por completo. Además no les ha bastado con cambiarlos, sino que les han imprimido un aire bastante más propio del Heavy Metal que del Thrash, y en ocasiones hasta se les escapa algún lick y algún bending totalmente hard-rockeros.

Y vamos con el sonido. ¿Qué es "sonar mal"? ¿Sonaban mal los primeros discos de BATHORY, o de DARKTHRONE? ¿Suenan mal SODOM, INCANTATION, los DISGORGE mejicanos? En el caso de "No Place" es cierto que la batería estaba baja y que las guitarras se desparramaban por el espectro sonoro sin que pudieran distinguirse bien las partes más técnicas, aunque el bajo y la voz sí se oían sin problema. Las guitarras en la grabación original crujían, chirriaban, echaban chispas, tanto que no se entendían, y ese sonido no era bueno para el tipo de Thrash que praticaban. Cada grupo suena según su estilo personal y también según el género que tocan, y sin ser por sí solo definitorio, el sonido es parte esencial y diferenciadora de cada género, como se ve en los ejemplos mencionados. A SODOM le sienta bien cierto sonido, mientras que a FLOTSAM no. Pero entonces bastaba con limpiar las guitarras y subir la batería en la nueva grabación: en lugar de eso hacen todo un planteamiento nuevo que abandona el espíritu de la producción original.

Ciertamente el sonido de la regrabación es mucho más limpio y las guitarras ya no se desparraman, pero la producción en su conjunto no es propia de un disco de Thrash, sino de uno de Metal moderno, de Power Metal o de Heavy Metal, o de una mezcla de los tres. La separación de los instrumentos es exageradísima, no están empastados, cada uno se oye aislado del resto, sobre todo la batería y en particular el bombo, con su nítido tiqui-tiqui-tiqui tan Power (el estribillo de "Misguided Fortune" o el principio de "N.E. Terror" son especialmente exasperantes). El bajón de velocidad también se alía a este intento de que los temas suenen más pesados o incluso tengan algo de groove. Y en términos generales la producción peca del sino de tantas producciones modernas: es aséptica, estéril y no tiene dinámicas (el tema que más lo delata es "The Jones", por ser de por sí el más repetitivo).

Y la voz... bueno, veintiséis años son muchos años, y Eric A.K. ya no tiene la misma voz. Pero esto es lo único que el grupo no ha cambiado intencionadamente, sino que es una causa de fuerza mayor y no hay solución. Él hace lo que puede, ya no tiene la misma tesitura y no llega a los agudos, los gritos del 88 y los falsetes han desaparecido y el timbre juvenil de su voz ha dado paso a uno más grave y más denso (también más cálido), de hombre ya metido en años. Aspirar a lo contrario seria absurdo, como esperar que las articulaciones de Michael Jordan le permitieran hoy día seguir jugando al baloncesto como en 1988.

Dichas estas cosas generales que afectan a todos los temas, vamos a revisar algunas en particular de cada uno, a veces casi anecdóticas y otras veces más importantes. En el tema "No Place For Disgrace" la intro empieza bastante convincente, la guitarra suena limpia y a la vez rasgada, la batería y el bajo entran con poder... Pero cuando el primer riff estalla, ese primer riff arquetípicamente Thrash, la cosa ya se desinfla, por la bajada de velocidad y por la llamativa falta de agresividad. Y luego cuando entra la batería con su tu-pa-tutu-pa que parece más propia de DISCHARGE, queda claro del todo que esto no está tocado como en el disco original.

Con "Escape From Within" se ceban sin piedad: eliminan toda la ambientación sonora del principio y del final, las sirenas, ambulancias, voces de los médicos, pitidos del electrocardiógrafo... Y todo esto era importante, porque la historia va de alguien que está postrado en la cama de un hospital y desea que le desconecten y le dejen por fin morir en paz. En lugar de esta ambientación han metido una intro propia de charanga de pueblo, sonido de Casiotone incluido, con unos floreos que son como para que hasta la cabra se avergüence. Aparte, y como mal menor, quitan los coros en el primer estribillo y meten unas curiosas notas entrecortadas ya cerca del final.

En "N.E. Terror" cambian el solo de bajo. En "Saturday Night" transforman el riff inicial haciéndolo más hard-rockero, y lo mismo al final cuando sustituyen el fade-out original por unos coros (también desaparece el toque de piano, pero esto no pasa de anecdótico, como anecdótico era el propio piano). En "Hard On You" aparece un parón en la intro y al final suprimen el grito de "Hard!" enfatizado por los gang-chorus con que acababa el tema original (ambas también cosas mínimas, pero poco a poco estas cosas mínimas van siendo cada vez más). En "I Live You Die" cambian el riff inicial del bajo (poco, pero ahí está) y luego se cargan el tono de voz grave con que el coro respondía "I Live You Die!" en el estribillo.

En "Misguided Fortune" han desaparecido por arte de magia los arpegios de la parte instrumental que se alternaban con los solos de guitarra, y al final añaden un solo que en el tema original no existía. En "P.A.A.B." cambian de sitio las campanas en el principio, la voz repite la última frase de la primera estrofa y luego suena en eco dos veces el final de la tercera estrofa, también poca cosa, pero es todo un suma y sigue... Por último, en "The Jones" no es que cambien el solo de guitarra, es que donde ellos lo meten no había ningún solo, sino una frase melódica repetida, que no es lo mismo, y además el "nuevo" solo es probablemente el más descaradamente HM de todo el disco.

Total, que si el cambio era grande en cuestiones medulares, también lo es en un sinfín de detalles que se suceden a lo largo de todos los temas y que se van acumulando en las cada vez más perplejas orejas y entendederas del oyente. La conclusión es clara: si el objetivo era "regrabar el disco con mejor sonido", no lo han logrado, porque no han regrabado el disco y porque no han mejorado el sonido. En lugar de regrabarlo lo han rehecho, así de sencillo. A no ser que uno se convenza a sí mismo de que cambiar las letras, cambiar los solos y cambiar el sonido no importa porque todo eso no es parte esencial de los temas ni del propio disco, por no hablar ya de la velocidad o de la duración, o hasta de los muchos detalles concretos. Esto no es una regrabación, pero es que como recreación o "auto-versión" sería poco atrevido y también se quedaría a medias. Una regrabación de verdad es el "Butcher The Weak" de DEVOURMENT, o el "Catch 22" de HIPOCRISY, y versiones de discos propios recreados en otros géneros son los de AVULSED o FEAR FACTORY, el "Unarmed" de HELLOWEEN o bien los "Graveyard Classics" de SIX FEET UNDER usando temas ajenos. Esto no es ni lo uno ni lo otro. Y respecto al sonido: sí, suena más limpio y la batería se distingue a la perfección, pero es que eso no equivale necesariamente a "sonar mejor", igual que el sonido del "Reign In Blood" no sería bueno para TANKARD, el de OBSCURA no lo es para INCANTATION o el de STRATOVARIUS para EXODUS.

Hasta aquí los datos. Ahora mi impresión, todo lo personal, subjetiva y especulativa que se quiera y tan sujeta a error como la de cualquiera. Mi impresión es que FLOTSAM AND JETSAM han ido a hacer caja y que lo han hecho con toda la premeditación del mundo y también con un descaro igualmente gigantesco y que difícilmente se puede pasar por alto. ¿Por qué se molestan en cambiar todas las letras, cuando ni siquiera alteran su sentido o la historia que cuentan pero sí cambian todas las líneas de manera que es imposible cantar a la vez sin acabar de los nervios? Estamos hablando de un disco con un cuarto de siglo a sus espaldas, de todo un clásico, de temas que están en la conciencia colectiva de varias generaciones de Thrashers. Y puede que en España u otros países no mucha gente tararee sus letras, pero pensemos que ellos son americanos y que el principal mercado a nivel mundial es anglosajón, y esa irritación al intentar en vano seguir las letras es algo de lo que tienen que haber sido perfectamente conscientes. Eso, y el sonido, y la velocidad, y los solos, y la infinidad de pequeños cambios. No han querido regrabar fielmente el disco porque la controversia vende, pero la indiferencia no. Cualquier cosa menos pasar desapercibidos. FLOTSAM venían de autopublicar un disco como "Ugly Noise", para el que tuvieron que organizar un crowdfunding, que luego tuvo problemas de retraso en su salida, que solo al cabo de un año fue reeditado por Metal Blade y que al final pasó sin pena ni gloria, mientras que con este "No Place 2014" la misma discográfica ha perdido el culo por estar ahí al frente de la edición. Será mi impresión, pero yo lo veo claro.

La historia del Metal extremo -y no tan extremo- tiene una interesante nómina de regrabaciones polémicas, como el "Let There Be Blood" de EXODUS, el "Under The Sign Of Hell" de GORGOROTH o el "Times Before The Light" de COVENANT / THE KOVENANT, junto a otras mejor recibidas como el "Errances Oniriques" de BELENOS, el "Stormblast" de DIMMU BORGIR, el "Under Satanae" de MOONSPELL o el "Maiestrit" de NEGURA BUNGET (parece que los grupos de Black son especialmente adictos a estas prácticas, si bien la palma se la llevan MANOWAR, que ya van por la segunda regrabación de sus propios discos clásicos), y todo eso sin entrar en la innumerable lista de regrabaciones de temas variados sacados de distintos discos, como las de DESTRUCTION, ARCH ENEMY, TESTAMENT, AMORPHIS o VADER, entre otros. Esta "regrabación" espuria del segundo trabajo de FLOTSAM AND JETSAM no llega al nivel de aberración apocalíptica de la de EXODUS, pero no es ni un buen disco ni una estrategia honorable. Si lo que quieren es seguir dando de qué hablar con tal de mantenerse en el candelero mientras se quedan sin ideas ni creatividad, que prueben con los trucos de siempre: disco con orquesta, disco acústico, disco de versiones, el clásico disco en directo o el no menos clásico "Grandes Éxitos". A muchos les sigue funcionando.

domingo, abril 06, 2014

PROSTITUTE DISFIGUREMENT- From crotch to crown (2014)

Habré escuchado como cien mil veces este disco y he dedicado horas y horas a buscar en él lo que hizo únicos a PROSTITUTE DISFIGUREMENT, pero no lo he encontrado. Dos meses de búsqueda en vano, para acabar opinando lo mismo que la primera vez que lo oí, y es que por más que uno busque y rebusque esos elementos no los va a encontrar, ni con toda la fe del universo ni la mejor de las voluntades. Sencillamente esto ya no es PROSTITUTE DISFIGUREMENT, es un grupo bestial que toca que te mueres y que puede grabar un disco tan brutal y feroz como este "From Crotch To Crown", pero son otros. Es que literalmente son "otros", son otros músicos. Como miembros originales siguen Niels (Adams) a la voz y Patrick al bajo, y luego está Michiel a la batería por tercer disco consecutivo. Hasta ahí la continuidad parece garantizada, pero en un grupo de Brutal Death cambiar las dos guitarras es mucho cambio, y eso es lo que ha ocurrido en este álbum. Haciendo un rápido repaso a la historia guitarrera del grupo, hay que decir que el dúo Roel/Niels (Van Wijk) grabó los dos primeros discos y luego el dúo Roel/Benny los dos siguientes, es decir, que Roel siempre estuvo ahí, y encima a la rítimica y a la solista, lo que unido a la presencia de los citados miembros originales en el bajo y la voz le daba total continuidad a la identidad sonora del grupo. Es más, los discos tercero y cuarto ("Left In Grisly Fashion", 2005, y "Descendants Of Depravity", 2008) son los únicos que grabaron con idéntica formación, de resultas de lo cual pudieron dar el impresionante giro que supuso "Descendants...", dejar atrás el gruñido amorfo de sus orígenes, sacar de sí todo su potencial compositivo y hacerlo todo sin dejar de lado su arrolladora personalidad. Pero en este último trabajo se la han cargado vilmente, y esto ni es una reunión ni es un regreso ni es nada, porque simplemente no es PROSTITUTE DISFIGUREMENT.

Por concretar: esto es Brutal Death tirando a técnico en una onda absolutamente convencional, nada que no hayan hecho ya otros mil clones de CANNIBAL CORPSE, SEVERE TORTURE (a su vez clones de los anteriores, sobre todo en sus comienzos), GORGASM, SUFFOCATION o DISAVOWED. ¿Qué tiene para conservar el nombre del grupo? Nada. ¿Dónde están los riffs tradicionales y los elementos desvergonzada y orgullosamente "retro"? En ningún sitio. ¿Dónde los pasajes pegadizos, dónde los fraseos clásicos combinados con megabrutalidad moderna? No están. Quedan, como mucho, las incursiones melódicas que aparecen de forma esporádica y, por supuesto, la bestialidad inhumana con que destrozan los instrumentos, pero es que esto es BDM, si no, apaga y vámonos. Es como tener letras de sadismo misógino y depravaciones homicidas varias, se da por hecho. Pero todo lo que les hizo distintos, excitantes y verdaderamente singulares ha desaparecido.

Quizá los omnipresentes solos dan un aire a lo que el grupo fue en otros tiempos, pero solo por el hecho de estar ahí, no porque su estilo se parezca al de Roel, ni de lejos, y alguna vez que lo hacen dan la impresión de querer copiarle sin ningún pudor ("Under The Patio"). También la portada es una más en medio de la pila de portadas con la imagen de... ¡una mujer en la mesa de disecciones!... uuuhh, qué gran idea y qué ocurrentes somos, debieron pensar. Cierto que PD nunca se habían caracterizado por tener portadas especialmente curradas ni imaginativas, pero tampoco tenían necesidad porque su música hablaba por ellos. Esta parece una mezcla de la serenidad aséptica de CARCASS y la orgía criminal de unos LIVIDITY, y al menos esta orientación a la hora de tratar el consabido tema sí tiene mérito y hasta más personalidad que la propia música. Y el detalle jocoso del pene sobre la mesa, junto a la rodilla derecha de la pobre desgraciada, tiene su gracia, su macabra y sanguinolenta gracia, pero en realidad ya aparecía hace diez años en la portada del "Harvesting The Cunt Nectar" de otros caballerosos angelitos como XXX MANIAK.

Así pues, ¿qué tenemos entre manos con este "From Crotch To Crown"? Básicamente lo dicho en el segundo párrafo, Brutal Death veloz, salvaje, técnico y convencional. Blasts de otro planeta, continuos cambios de ritmo, violencia sonora y unas guitarras que no paran de soltar notas y más notas. El bajo suena con cuerpo y pegada, y hasta tiene momentos de protagonismo en el tema-título, pero en general se dedica a doblar las guitarras y poco más. "Battered To The Grave", "Set Forth To Annihilate" o "Reduced To Stumps" son muestra del gusto por los ritmos irrregulares y las frases asimétricas, "Under The Patio" destaca como uno de los escasos temas con momentos pegadizos y "Dismember The Transgender" como el único que no empieza a mil por hora... y para de contar. El resto, previsible, genérico y oído ya en muchos otros sitios. ¿La producción? fantástica, ¿trabajo de los temas y arreglos? muy bueno, ¿ejecución? impecable, ¿brutalidad? aplastante, ¿ideas e inspiración? muy escasas, ¿personalidad? nula. Se me ocurren otros álbumes igual de bestias e intensos pero con identidad a prueba de bombas, como el "The Spiritual Decline" de SUICIDAL CAUSTICITY el año pasado, o el reciente "Exhumation Of Sacred Impunity" de POSTHUMOUS BLASPHEMER. El disco es bueno, por mucho que me pese, y es disfrutable de principio a fin, qué duda cabe, pero en el catálogo de PROSTITUTE DISFIGUREMENT quedará como una deshonrosa anomalía.

martes, abril 01, 2014

REVEREND- Reverend (EP, 1989)

Esto va más como "oculto" que como "tesoro", porque sin ser una verdadera joya sin duda es un primer trabajo -escueto, balbuciente, en principio poco ambicioso- que pasó desapercibido en su momento y que hoy día casi nadie siquiera menciona. O quizá nos podríamos quitar complejos de encima y decir abiertamente que es una pequeña joya, una reliquia enterrada bajo décadas de olvido pero, a su manera, tremendamente valiosa. Quién sabe... En el '89 ya no había nada que inventar en el Thrash Metal, y difícilmente vamos a poder ensalzar desde esa perspectiva el modesto debut de REVEREND, pero sí como una música muy bien hecha, ajena a modas y tendencias, segura de sí misma y altísimamente disfrutable. Ni velocidad adoradora del "Reign In Blood", ni osados giros hacia terrenos técnicos que miraban de manera interesada hacia los 90, ni radicalizaciones pensadas para alinearse con los postreros géneros extremos aún nacientes... Nada salvo un Thrash Metal a medio tiempo, macarra y pujante, orgulloso de sus propios méritos y de no deberle nada a nadie, salvo a aquel magma primero en que bulleron heavys, punkis y primeros thrashers, y del que parecen brotar directamente REVEREND pese a surgir unos cuantos años más tarde.

¿Pero quiénes eran REVEREND? ¿Eran realmente unos recién llegados? ¿Su convicción era fruto de la arrogancia juvenil propia de un grupo inexperto? Nada más lejos: Se trataba de las cenizas de HERETIC (cuyo "Breaking Point" del 1988 sí es indiscutiblemente todo un tesoro del Power/Thrash de aquellos años) unidas a la voz de David Wayne, inconfunfible e irrepetible cantante de METAL CHURCH en sus dos primeros discos. De la herencia de HERETIC venía el núcleo instrumental de su formación, el combo O'Hara-Korban, es decir, Dennis O'Hara al bajo y Brian Korban a la guitarra, y por la parte de METAL CHURCH el ya mencionado timbre del hoy difunto David Wayne. HERETIC acababan de dejarlo tras una brevísima carrera (enseguida diremos dónde fue a parar su cantante) y Wayne acababa de apostatar de la Iglesia del Metal, qué mejor momento para forjar esta unión. Aun así, REVEREND no durarían mucho más que los propios HERETIC, apenas un año más, aunque les daría tiempo a ser más fértiles en cuestión de ediciones discográficas. Como dato curioso y como confirmación tardía de esos vínculos, ambos grupos han vivido sendas reunificaciones ya en el nuevo milenio -sin mayor interés ninguna de ellas-, en las que han compartido numerosos intercambios de personal.

Pero es que el propio cantante de HERETIC en "Breaking Point", Mike Howe, fue el sucesor de Wayne al frente de METAL CHURCH después de 1988. Todo queda en casa, y todo está impregnado de ese maravilloso aroma a mezcla de géneros a cargo de estos tres ilustres segundones del Metal ochentero. REVEREND fueron quizá los que más se decantaron por una clara pureza estilística, pero aun así no pueden dejar atrás del todo unos toquecillos heavys (sobre todo en "Ritual") que harán las delicias de cierto sector del público. Y luego está la voz de Wayne, que, le pese a quien le pese, juega un papel definitivo en el atractivo de este EP. Oírle cantar estos cuatro temas pocos años después de la publicación de "The Dark" nos hace fantasear con que este hubiera sido el tercer trabajo de METAL CHURCH, y en parte podría haber sido así, si hubieran dado un giro decidido hacia el Thrash de riffs cortantes y ritmos machacones en lugar de seguir la estela más progresiva que se empezaba a imponer masivamente. Wayne, O'Hara y Korban lo hicieron, dieron un salto atrás en un momento en que todo el mundo huía hacia adelante, y se quedaron tan anchos. Los discos siguientes de REVEREND, ya en formato "full-length", no llegan al nivel de espontaneidad y frescura adicitva de los cuatro temas de este EP homónimo, pero aquí nos dejaron un regalo que aún hoy merece la pena descubrir.