domingo, septiembre 14, 2014

AFTERLIFE- Surreality (1992)

Este es otro álbum de los varios que publicó el sello americano Grind Core a principios de los 90, dando lugar a una pequeña lista de discos a cargo de grupos que desaparecieron tras publicar su debut. Tal es el caso de AFTERLIFE (una de las varias bandas que existen bajo ese nombre, no solo en su país natal, EEUU): sacaron una Demo en el 91, al año siguiente este LP y se acabó, y luego sus miembros tampoco siguieron carreras en grupos de renombre. Al menos dejaron este trabajo de buen Death Metal clásico en el que si hay que destacar un rasgo, es el de la variedad. Pero sin rarezas y sin mezclas imposibles de cuajar. Simplemente es Death Metal en una onda CANNIBAL CORPSE, MORGUE, MONSTROSITY, etc, pero que continuamente se niega a repetir ritmos, estructuras, frases o registros vocales, de modo que sin partir de unas ideas deslumbrantes ni una inspiración fuera de serie, logran crear uno de esos discos que han quedado postergados a lo largo de las décadas sin que su olvido sea achacable a su calidad. Aquí la hay, y sin brillar quizá a la altura de los padres del género, sí alcanza un nivel por el que merece la pena echarle un tiento y redescubrirlo casi un cuarto de siglo después.

El disco se hace corto, posiblemente demasiado, son siete temas en poco más de media hora, si bien todos salvo el último rondan los cinco minutos, pero la sensación que deja al terminar es la de que podrían haberlo estirado un poco más y no habría pasado nada, gracias a ese rasgo de variedad que ya mencioné y que hace que todos los temas sean amenos y no parezcan durar cinco minutos. Curiosamente no reutilizan ninguno de los cuatro de la Demo del 91, pudiendo haberlo hecho y manteniendo aquellos, además, un estilo casi idéntico a los incluidos en el debut oficial. Es decir, un estilo que recurre a los cambios continuos, muchas partes contrastantes en cada tema, junto a riffs clásicos y un gusto general por los ambientes oscuros. En lo que sí ganaron claramente al grabar el larga duración es en la variedad vocal, ya que en la Demo se ceñían exclusivamente a un único timbre, lo que, unido a la escasa calidad del sonido, daba como resultado una sensación de monotonía que aquí afortunadamente desapareció por completo, afortudamente.

Los riffs flirtean con lo melódico tanto como con lo técnico, es decir, lo justo y siempre dentro del diseño básico y clásico de riff típico de Death Metal. Pero su mayor logro es ese, no caer en la repetición, no autoplagiarse, no ser nunca previsibles (recordemos, era 1992). Luego aparecen un buen montón de solos de guitarras, algún momento aislado de lucimiento para el bajo, un par de sugerentes intros musicales, ocasionales guitarras dobladas, parones de batería que introducen inesperados cambios de ritmo, blasts esparcidos por aquí y por allá sin abusar nunca de su presencia, voces que en más de la mitad de los temas pasan acertadamente de lo gutural a lo chillón y rasposo, un sorprendente "Dreading The Marrow" que no sale en ningún momento del tempo lento y arrastrado, y como despedida la breve -o no tan larga- "Dead Lights Glare", con la que consiguen llegar al final sin haber caído en la monotonía ni por asomo. Cierto que los materiales con los que trabajan no son espectaculares, e incluso hay algún que otro riff que honestamente podrían haber desechado en el estudio, pero aun con eso el disco alcanza cotas muchísimo más dignas que lo que su posterior trayectoria podría sugerir. Añadimos una producción clara y limpia, pero a la vez orgánica y potente, y tenemos sin duda uno de los discos más disfrutables y a la vez actuales del año '92.

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